El misterio de la formación de Mercurio, un planeta peculiar con un núcleo de hierro sorprendentemente grande, ha desconcertado a los científicos durante mucho tiempo. Nuevas investigaciones proponen que una colisión gigante y tangencial entre protoplanetas de tamaño similar podría ser la clave para entender la composición única de este planeta.
¿Cómo se formó Mercurio? El enigma de su núcleo masivo
El pasado violento del Sistema Solar
Durante décadas, la teoría predominante sobre la formación de los planetas implicaba colisiones masivas entre cuerpos celestes. En el caso de Mercurio, se propuso que un impacto gigante podría haber despojado al planeta de gran parte de su manto y corteza, dejando atrás un núcleo desproporcionadamente grande. De hecho, simulaciones numéricas han sido realizadas para estudiar éste fenómeno.
Mariner 10 y los primeros descubrimientos
Antes de las misiones espaciales más recientes, nuestro conocimiento sobre Mercurio era limitado. La sonda Mariner 10, en la década de 1970, reveló que Mercurio posee un campo magnético y un núcleo de hierro significativo. Estos descubrimientos alimentaron aún más la hipótesis de la colisión.

Una nueva teoría: colisión entre iguales
Impacto tangencial entre protoplanetas
Un reciente estudio publicado en Nature Astronomy propone un escenario diferente: una colisión tangencial entre dos protoplanetas de tamaño similar. Esta teoría explicaría la composición de Mercurio, sin necesidad de recurrir a colisiones frontales, que son estadísticamente menos probables. Las simulaciones más recientes sugieren que impactos oblicuos podrían remover material del planeta sin fusionarlo completamente, lo que permite reproducir la composición de Mercurio.

Simulaciones y resultados
Los investigadores llevaron a cabo simulaciones hidrodinámicas detalladas que mostraron que este tipo de colisión puede reproducir la masa total de Mercurio y su inusual relación metal/silicato con un margen de error inferior al 5%. Además, este escenario explica por qué Mercurio tiene un núcleo tan grande en comparación con su manto.
El destino del material expulsado
La teoría también plantea la posibilidad de que el material expulsado durante la colisión no regresara a Mercurio, sino que fuera incorporado por otros planetas en formación, como Venus. Esta hipótesis podría explicar ciertas características de otros planetas del Sistema Solar y merece mayor investigación.
El futuro de la exploración de Mercurio
BepiColombo: la misión reveladora
Para confirmar esta nueva teoría, es crucial obtener más datos sobre la composición de Mercurio. La misión BepiColombo, una colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Japonesa de Exploración Espacial (JAXA), tiene como objetivo estudiar la superficie, la estructura interna y el campo magnético de Mercurio. Los datos recopilados por BepiColombo podrían proporcionar las pruebas necesarias para validar o refutar la hipótesis de la colisión tangencial.
