La razón del por qué el calentamiento global empeorará las olas de frío
Aunque se entiende intuitivamente que el calentamiento global aumenta el número y la gravedad de las olas de calor, la relación con las olas de frío parece menos evidente. Sin embargo, un frío severo como el que afectó a Texas en febrero de 2021 podría estar relacionado con el calentamiento del Ártico, que estira el vórtice polar.
Para algunos escépticos del clima, las olas de frío son una oportunidad para cuestionar el calentamiento global. Sin embargo, un conjunto creciente de investigaciones (véase nuestro artículo más abajo) muestra una clara relación entre el calentamiento global y las perturbaciones atmosféricas que pueden reforzar las olas de frío en el hemisferio norte. El último estudio, publicado en Science el 3 de septiembre, explica que el calentamiento del Ártico, que se está produciendo al doble de la media, está provocando un «estiramiento» del vórtice polar, una corriente atmosférica circular que se forma sobre el Polo Norte durante el invierno. El vórtice normalmente aísla el aire frío sobre el Ártico, manteniendo las latitudes medias libres de temperaturas extremas.
El estiramiento del vórtice polar, el mejor indicador de una futura ola de frío
El equipo, dirigido por Judah Cohen, científico del clima del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y director de previsión estacional de la Investigación Atmosférica y Medioambiental (AER), combinó datos de observación y modelos climáticos para comprender las olas de frío extremas en partes de Asia y Norteamérica. Hasta ahora, las principales hipótesis para explicarlo son que el deshielo del Ártico provoca un calentamiento repentino de la estratosfera. Esto se debe a que el océano es más oscuro que el hielo o la nieve y, por tanto, absorbe más radiación. Es probable que este calentamiento repentino ralentice e incluso invierta el vórtice polar, que entonces dejará de actuar como escudo protector.
El nuevo estudio pone de relieve otro fenómeno: el «estiramiento» del vórtice polar, causado por acontecimientos estacionales como las fuertes nevadas en Siberia y el deshielo en los mares de Barents y Kara. Según los investigadores, este estiramiento es el que mejor predice las olas de frío en Estados Unidos. «Nuestro modelo podría así permitir predecir y anticipar mejor futuras olas de frío», dicen los autores.
Una relación causa-efecto difícil de establecer
Sin embargo, la relación entre el calentamiento global y las olas de frío sigue siendo bastante tenue. Otro estudio de 2020 explica que la frecuencia y el tamaño de las tormentas de nieve en Norteamérica disminuirán significativamente en un mundo más cálido. Según las proyecciones de Météo France, con un aumento de la temperatura media de 3,9°C de aquí a 2100, las heladas invernales habrán desaparecido prácticamente en el oeste del país y serán tres veces menos frecuentes en el este y en el relieve.
Aunque los cambios en la capa de hielo y nieve parecen desempeñar ciertamente un papel en las anomalías del viento sobre el Ártico, el estiramiento del vórtice polar podría estar relacionado simplemente con la variabilidad natural del clima», afirma Daniela Matei, climatóloga del Instituto Max Planck de Meteorología de Hamburgo (Alemania) [que no participó en el estudio]. «El cambio climático no es lineal. Lo que ocurre en una década no es un indicio de lo que ocurrirá en la siguiente.