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Rayo Récord: El Megaflash del Medio Oeste

Imagínate un rayo tan largo que ilumine el cielo desde la Ciudad de México hasta Guadalajara. Pues, aunque suene increíble, algo así ocurrió y es importante entenderlo para protegernos mejor de las tormentas.

El Mega-Relámpago Récord: Un Monstruo de Electricidad en el Cielo

En octubre de 2017, una tormenta en Estados Unidos produjo un relámpago gigante, ahora reconocido como el más largo jamás registrado. Este fenómeno, conocido como mega-relámpago, no es un simple rayo, sino una descarga eléctrica masiva que recorre distancias enormes.

¿Qué tan grande fue este rayo?

  • Este mega-relámpago se extendió por 829 kilómetros. Para ponerlo en perspectiva, ¡eso es casi la distancia entre Bogotá y Medellín!
  • Duró 7.39 segundos. Un rayo normal dura fracciones de segundo, así que este fue extraordinariamente largo.

¿Por qué son importantes los mega-relámpagos?

Aunque son raros (ocurren en aproximadamente 1 de cada 1,000 tormentas en América), los mega-relámpagos pueden ser peligrosos. Son descargas complejas que liberan mucha energía, no solo entre nubes, sino también hacia el suelo. Esto puede provocar:

  • Incendios forestales: La energía que liberan puede encender la vegetación seca.
  • Daños a infraestructuras: Un impacto directo puede dañar casas, líneas eléctricas y otros bienes.

Un estudio publicado en el Bulletin of the American Meteorological Society detalla el análisis de los datos satelitales que permitieron identificar este fenómeno. Puedes consultar el estudio aquí.

Imagen compuesta que muestra la magnitud del mega-relámpago de 2017. Crédito: Michael Peterson/GTRI

¿Cómo se forman estos monstruos eléctricos?

Los mega-relámpagos necesitan las mismas «ingredientes» que los rayos comunes, pero con un giro. Dentro de las tormentas, las corrientes de aire elevan partículas de lluvia y hielo a diferentes alturas. Cuando estas partículas chocan, transfieren carga eléctrica, creando la electricidad que vemos como rayos.

El «techo» de la tormenta

Las tormentas tienen un límite de altura, aproximadamente 11 kilómetros, que es el tope de la troposfera, la capa más baja de la atmósfera. Cuando las partículas no pueden subir más, se expanden horizontalmente, creando capas delgadas y cargadas eléctricamente. Michael Peterson, físico aplicado en Georgia Tech, explica que estas capas son clave para la formación de mega-relámpagos.

¿Dónde ocurren más estos fenómenos?

Hay ciertas zonas donde los mega-relámpagos son más frecuentes, como:

  • El medio oeste de Estados Unidos.
  • El sureste de Sudamérica (Brasil y Argentina). De hecho, el récord anterior de longitud lo tenía un rayo de 709 kilómetros en esta región. Curiosamente, ese rayo aún tiene el récord de duración, con 17 segundos.

El Futuro de la Investigación: Satélites «Mirando» al Cielo

Los investigadores están usando satélites geoestacionarios para observar continuamente estas zonas de alta actividad de mega-relámpagos. Estos satélites «miran» fijamente a la Tierra desde una órbita que los mantiene siempre sobre el mismo punto, permitiendo un monitoreo constante. El objetivo es entender mejor cómo se forman estos fenómenos y así poder predecirlos con mayor precisión. Por ejemplo, la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) opera satélites GOES que monitorizan el clima y los relámpagos en tiempo real.

La clave: capas horizontales de carga

La formación de estos relámpagos gigantes depende de la creación de capas horizontales de carga eléctrica dentro de las nubes de tormenta. Estas capas actúan como enormes baterías esperando a ser descargadas. Imaginen una batería del tamaño de una ciudad, acumulando energía hasta que la chispa salta y libera toda esa electricidad en un rayo.