Virus gigantes, científicos descubren cómo y cuándo empiezan las infecciones
Los virus «gigantes» son virus de tamaño superior a la media y pueden ser incluso mayores de 300 nanómetros (el virus del resfriado común tiene una longitud de 30 nanómetros). Sin embargo, la característica más interesante de estos virus no es su tamaño sino el hecho de que algunas especies pueden sobrevivir congeladas, por ejemplo en el permafrost, incluso durante milenios, incluso decenas de miles de años, y seguir siendo activas, es decir, capaces de infectar.
Gracias a las tecnologías de imagen recientemente desarrolladas, un equipo de investigadores de la Universidad del Estado de Michigan quiso entender más sobre estos virus y sus extraordinarias capacidades.
Estos virus tienen una especie de capa exterior llamada cápside, que les permite ser más robustos y resistentes incluso en los entornos o temperaturas más duros. Esta concha se utiliza principalmente para proteger el genoma viral en el interior.
En cuanto a la forma, casi todos estos virus son icosaédricos o tienen la forma de una nuez de 20 lados. Esto es cierto para el mimivirus, el virus de la Antártida, el virus de la Samba y el Tupanvirus, todos ellos virus gigantes recientemente descubiertos.
Todas estas especies tienen un método único para liberar su genoma: uno de los vértices de la concha exterior es único, en él se encuentra una «foca» con forma de estrella de mar, una especie de abertura que ha sido definida por los propios investigadores como una «puerta estelar».
En el momento en que estos virus tienen que infectar las células, la puerta estelar se abre y libera el genoma. El problema que surge al estudiar estos virus relativamente raros es que es difícil analizarlos cuando infectan la célula. Por eso Jason Schrad, uno de los autores del estudio junto con Kristin Parent, la autora principal y profesora asociada de bioquímica y biología molecular, utilizaron un método especial para imitar la etapa de la infección utilizando un microscopio crioelectrónico de nueva generación junto con un microscopio electrónico de barrido.
A través de estos análisis, los investigadores descubrieron que hay tres condiciones que conducen a la apertura de la puerta estelar: un nivel de pH bajo, una temperatura más alta y un alto nivel de salinidad.
«Encontramos que la foca estrellada sobre el portal de la puerta estelar se descomprime lentamente y permanece adherida a la cápsula en lugar de simplemente liberar todo de una vez», explica Parent. «Nuestra descripción de una nueva estrategia para liberar el genoma del virus gigante indica otro cambio de paradigma en nuestra comprensión de la virología».
Ahora los investigadores quieren profundizar aún más en los estudios sobre estos virus gigantes, especialmente para comprender los papeles de las diversas proteínas que han descubierto también porque parece que todas comparten características comunes y probablemente también proteínas comunes.