Virus comunes, Alzheimer y Parkinson: Un vínculo cerebral.

Una nueva investigación sugiere que ciertas infecciones podrían dejar huellas a largo plazo en el cerebro, incrementando el riesgo de enfermedades neurodegenerativas. Este hallazgo abre nuevas vías para entender y potencialmente prevenir enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.

Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas: La conexión con las infecciones

Un estudio internacional examinó datos de casi 500,000 personas para analizar la posible relación entre infecciones severas y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.

Hallazgos clave del estudio

  • Las personas que sufrieron encefalitis viral mostraron un riesgo 31 veces mayor de desarrollar Alzheimer.
  • La hospitalización por neumonía relacionada con la gripe se asoció con un mayor riesgo de demencia, Parkinson y esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
  • Se identificaron 22 asociaciones significativas entre infecciones específicas y enfermedades neurológicas, manifestándose hasta 15 años después de la infección inicial.

El estudio sugiere que aproximadamente el 80% de los virus implicados son neurotrópicos, es decir, capaces de cruzar la barrera hematoencefálica y causar inflamación cerebral duradera.

Virus que podrían influir en el cerebro a largo plazo

Este hallazgo se alinea con investigaciones previas que vinculan infecciones virales con enfermedades neurológicas.

  • Un estudio de 2022 en más de 10 millones de personas encontró una asociación entre el virus de Epstein-Barr y un riesgo significativamente elevado de esclerosis múltiple.
  • Una investigación de 2025 publicada en BMJ Open, que analizó datos de más de 1,500 pacientes con la enfermedad de Alzheimer, reveló que aquellos con antecedentes de infección por el virus del herpes (HSV-1) presentaban un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.

Vacunas y Alzheimer: Abriendo nuevas vías de investigación

La disponibilidad de vacunas contra ciertos virus podría ofrecer protección contra enfermedades neurodegenerativas. Los investigadores señalan que existen vacunas disponibles contra la gripe, el herpes zóster y la neumonía.

Evidencia del efecto protector de las vacunas

  • Un estudio en Gales con más de 280,000 participantes mostró que la vacunación contra el herpes zóster se asoció con una reducción del 20-30% en el riesgo de demencia durante los siete años siguientes.
  • Investigaciones sobre la vacuna contra la gripe sugieren un posible efecto protector contra el deterioro cognitivo en personas mayores.

Es importante destacar que estos estudios son observacionales y muestran correlaciones, no causas directas. No se puede afirmar que los virus causen directamente el Alzheimer u otras enfermedades neurodegenerativas.