Un nuevo mini-microscopio observa el funcionamiento interno del cerebro de una rata.
Científicos alemanes han desarrollado un pequeño microscopio que se adhiere a la cabeza y puede visualizar las capas corticales más profundas del cerebro de una rata que se mueve libremente. El nuevo sistema permite estudiar cómo se comporta un animal en respuesta a factores externos y cómo funcionan las neuronas en su cerebro, informa el servicio de prensa del Centro de Estudios Avanzados Europeos CAESAR. Los resultados del estudio se han publicado en la revista Nature Methods.
La ventaja de los microscopios para estudiar el trabajo del cerebro es que este método no es invasivo. Instalado en la cabeza, no en el cerebro, el microscopio simplemente envía luz al cerebro y, a su vez, recibe la luz «irradiada» por el órgano. Sin embargo, los microscopios convencionales son demasiado pesados y no permiten un examen detallado de los circuitos neurales.
Qué no decir del nuevo microscopio miniatura, el fibroscopio de tres fotones, que permite mirar en lo profundo del cerebro y obtener imágenes con resolución en una célula. Con este dispositivo, las ratas de laboratorio pueden moverse libremente para realizar una variedad de tareas. El nuevo microscopio proporciona una visualización continua de las poblaciones de neuronas, incluso cuando el animal resuelve tareas complejas de comportamiento durante largos períodos de tiempo.
En el pasado se han creado microscopios similares. Sin embargo, los anteriores microscopios estaban limitados en cuanto a la profundidad de las imágenes, no podían utilizarse durante largos períodos de tiempo y sólo se podían observar algunos tipos de comportamiento con ellos.