Se encuentra un fósil de un animal marino con tres ojos que vivió hace más de 500 millones de años y está increíblemente bien conservado

Un investigador de la Universidad de Toronto analizó los restos fósiles de una especie de depredador marino que vivió hace 500 millones de años, el Stanleycaris, y publicó un interesante estudio en Current Biology. Los Stanleycaris pertenecían a una rama de los artrópodos, más tarde extinta, llamada Radiodonta, a su vez también emparentada con las arañas e insectos actuales.
«Es como si estuviéramos mirando a un animal que murió ayer»
El fósil se encontró en Burgess Shale, un sitio del Cámbrico Medio cerca de las Montañas Rocosas canadienses.
Lo extraordinario de estos restos es que se ven las formas del cerebro y del sistema nervioso y esto es increíble después de más de 506 millones de años. Joseph Moysiuk, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en ecología y biología evolutiva, explica que los fósiles del cerebro del Cámbrico no son nada nuevo, pero en este caso lo extraordinario radica en el nivel de calidad de la conservación, así como en la gran cantidad de especímenes fósiles encontrados en el sitio. “Incluso podemos distinguir detalles finos como los centros de procesamiento visual que sirven a los ojos grandes y las huellas nerviosas que van a los apéndices. Los detalles son tan claros que es como si estuviéramos mirando un animal muerto ayer”, explica el investigador.
El tercer ojo
El Stanleycaris, de unos 20 cm de largo, tenía un gran ojo en el centro de la cabeza que se sumaba a los otros dos ojos de tallo, algo inusual en los radiodontes. El tercer ojo es algo inesperado, explica Jean-Bernard Caron, supervisor de Moysiuk y otro autor del estudio. El descubrimiento de un tercer ojo es importante para comprender cómo se veían, evidentemente incluso más extraños de lo que podría estimarse.
El Stanleycaris debe haber tenido sistemas sensoriales y nerviosos muy sofisticados y, aunque no era muy largo incluso para los mismos estándares que otras especies de radiodon, probablemente era un depredador muy eficiente, particularmente para atrapar presas más pequeñas en la oscuridad.
Cerebros de los Stanleycaris
Los investigadores encontraron que los cerebros de Stanleycaris estaban formados por dos partes, el protocerebro y el deutocerebro. Estas dos secciones estaban conectadas con los ojos y con un par de garras delanteras. La cabeza y el cerebro de dos segmentos tienen raíces muy profundas en la evolución de los artrópodos, explica Moysiuk.
Esta conformación de dos segmentos probablemente precedió a la conformación de tres segmentos, típica de los insectos y en general de los artrópodos actuales (en estos últimos el cerebro está compuesto por protocerebrum, deutocerebrum y tritocerebrum). Comprender las causas y los efectos de agregar un segmento al cerebro en la línea evolutiva de este grupo es la clave para comprender cómo se diversificaron las numerosas especies de artrópodos. En este sentido, los fósiles de Burgess Shale son como una piedra de Rosetta, explica Moysiuk.