Una nueva hipótesis ha planteado la noción de que nuestro universo puede estar auto-simulándose en la existencia.

La idea de que todos podríamos estar viviendo en una simulación por ordenador – un concepto popularizado por la exitosa película The Matrix – no es ciertamente nada nuevo, pero ahora los científicos de un instituto de física teórica con sede en Los Ángeles han llevado las cosas un paso más allá con una nueva hipótesis que seguramente te dejará rascándote la cabeza.

El nuevo trabajo, titulado «La interpretación de la hipótesis de auto-simulación de la Mecánica Cuántica», plantea la idea de que en lugar de vivir en una simulación generada por un sofisticado sistema informático, quizás nuestra «realidad» sea una «auto-simulación» mental generada por el propio universo.

Esto implica que el mundo y todo lo que hay en él no existe físicamente, sino que es una expresión de la conciencia del universo, es decir, el cosmos se «auto-actualiza» en la existencia.

Este concepto de realidad también implica que el tiempo no existe realmente; en cambio, el universo consiste en un orden jerárquico de pensamiento y sub-pensamiento que abarca desde las personas y las cosas hasta las partículas fundamentales y las leyes de la física.

«Mientras que muchos científicos presumen que el materialismo es cierto, creemos que la mecánica cuántica puede dar indicios de que nuestra realidad es una construcción mental», dijo el físico David Chester.

«Recientes avances en la gravedad cuántica, como ver surgir el espacio-tiempo a través de un holograma, también es una pista de que el espacio-tiempo no es fundamental».

«En cierto sentido, la construcción mental de la realidad crea el espacio-tiempo para entenderse eficientemente a sí misma creando una red de entidades subconscientes que pueden interactuar y explorar la totalidad de las posibilidades».

Esta idea se conoce como panpsiquismo, lo que significa que todo existe como pensamiento o conciencia.

Ciertamente ofrece una interesante visión de la respuesta a la vida, el universo y todo lo demás.