Se ha creado un nuevo fármaco que tiene efectos «asombrosos» contra la Malaria y la Toxoplasmosis
Un nuevo fármaco que podría ser muy útil en la lucha contra la malaria y la toxoplasmosis ha sido desarrollado por un grupo de investigadores de Princeton. Nombrado JAG21, este fármaco fue desarrollado por el equipo en colaboración con el investigador Robert Prud’homme, quien hizo posible que el compuesto se convirtiera en un fármaco administrable.
Prud’homme y su equipo, de hecho, han hecho que los cristales de JAG21 sean más pequeños, más solubles en agua y más fácilmente absorbibles por los tejidos mediante técnicas que implicaban el uso de agentes espesantes y emulsionantes.
El estudio que describe el procedimiento y los efectos del fármaco cuando se probó en ratones se publicó en Frontiers in Cellular and Infection Microbiology.
El compuesto se enfoca en una molécula que es esencial para la supervivencia de los parásitos que transmiten la malaria y la toxoplasmosis. Con una sola dosis, los ratones con malaria se recuperaron al igual que aquellos con toxoplasmosis para los que el fármaco erradicó el 100% de la forma activa del parásito y eliminó más del 95% de la forma inactiva.
Es algo “asombroso”, como lo define Rima McLeod, profesora de la Universidad de Chicago y miembro del equipo internacional que realizó la serie de estudios para llegar a la composición del fármaco.
También se demostró que el fármaco es estable hasta seis meses cuando se almacena a temperatura ambiente (el compuesto no se degrada y no pierde su eficacia).
Esta estabilidad es un aspecto muy importante, como explica McLeod porque el fármaco, para ser realmente útil, aún debe almacenarse y almacenarse y luego transportarse a donde estas enfermedades están más extendidas, por ejemplo en África subsahariana.
«Nuestros próximos pasos son hacer que el fármaco sea aún mejor con nuestra plataforma de formación de nanopartículas», dijo Prud’homme.
«El medicamento de esta manera también podría convertirse en una forma fácilmente prescindible, como un aerosol nasal».
Los tratamientos que se utilizan actualmente para la malaria se agotan muy a menudo y ya no son eficaces porque los propios parásitos desarrollan resistencias en una especie de batalla continua y constante, como lo define el propio Prud’homme. Quizás este medicamento podría representar una solución definitiva o de más largo plazo para frenar y eliminar estas enfermedades.