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Se descubre una proteína que estimula la recuperación muscular cuando esta se magnetiza

Una proteína que se encuentra en los músculos humanos que responde a campos magnéticos externos débiles que promueven la salud muscular en sí misma fue descubierta por un equipo de investigadores dirigido por Alfredo Franco-Obregón del Instituto NUS de Innovación y Tecnología en Salud (iHealthtech).

La proteína TRPC1 reacciona a los campos magnéticos

Esta proteína, conocida como TRPC1, reacciona a campos magnéticos oscilantes, pequeños campos magnéticos que se forman cuando el cuerpo realiza actividad física. Sin embargo, esta molécula también puede responder a imanes externos, como si el cuerpo estuviera haciendo ejercicio, y esto puede estimular la recuperación muscular, lo que puede mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes que sufren de movilidad reducida.

Campos magnéticos pulsados ​​para recrear los efectos de la actividad física

El propio Franco-Obregón explica la técnica que se puede utilizar para «estimular» magnéticamente esta proteína: se pueden utilizar campos magnéticos pulsados ​​para recrear algunos de los efectos que el ejercicio físico provoca en los músculos, lo que en sí mismo es un beneficio para todos aquellos. personas que sufren lesiones musculares, accidentes cerebrovasculares y fragilidad general debido a la vejez.

Experimentacion

El estudio, publicado en Advanced Biosystems, describe los métodos utilizados por los investigadores para llevar a cabo el experimento. Primero anularon los efectos de los campos magnéticos circundantes y encontraron que las células musculares comenzaron a crecer más lentamente cuando estaban protegidas de todos estos pequeños campos magnéticos. Esto ha hecho que los investigadores piensen que el propio campo magnético de la Tierra puede interactuar de forma natural con nuestros músculos, provocando respuestas biológicas.

La molécula TRPC1 actúa como una «antena biológica» para los campos magnéticos

Luego, los investigadores diseñaron genéticamente algunas células musculares eliminando la molécula TRPC1 de sus genomas. Finalmente, llegaron a la conclusión de que la molécula TRPC1 actúa como una «antena biológica» ubicua para los campos magnéticos que rodean el cuerpo para aprovecharlos para la salud muscular.

“Aproximadamente el 40% del cuerpo de una persona promedio está formado por músculos. Nuestros resultados demuestran una interacción metabólica entre el músculo y el magnetismo que ojalá se pueda explotar para mejorar la salud y la longevidad humana ”, explica Franco-Obregón esperando que cualquier terapia con campos magnéticos pueda ser de ayuda para aquellos pacientes que no pueden realizar actividad física y que deben recurrir a diversos fármacos que aún tienen efectos secundarios.