Quizás no sobreviva

Existe un debate en Estados Unidos sobre el posible traslado del transbordador espacial Discovery a Houston. Esta operación, de llevarse a cabo, implicaría un alto costo y un riesgo significativo para la integridad de la nave.

El Debate sobre el Traslado del Discovery

El transbordador espacial Discovery, actualmente en exhibición en el Museo Nacional del Aire y el Espacio en Washington D.C. desde su retiro hace 15 años, podría ser trasladado a Houston, Texas. Esta propuesta, impulsada por el senador texano John Cornyn, busca llevar la nave al Centro Espacial Johnson, un lugar clave en la historia de la NASA.

Dificultades Técnicas y Costos Elevados

El principal obstáculo es la complejidad del traslado. Un estudio de la NASA estima que el costo oscilaría entre 120 y 150 millones de dólares. La razón principal de este elevado costo es la necesidad de desmantelar parcialmente el transbordador. Originalmente, la NASA usaba aviones Boeing 747 adaptados para transportar los transbordadores. Sin embargo, estos aviones ya no están disponibles, lo que obliga a desmontar la nave.

Riesgos para la Integridad del Transbordador

El Discovery no fue diseñado para ser desmantelado. Su escudo térmico, compuesto por miles de losetas de cerámica y mantas térmicas, es extremadamente delicado. El proceso de desmontaje y remontaje podría dañar irreversiblemente estas piezas críticas, comprometiendo la integridad estructural del transbordador.

Implicaciones Políticas y Financieras

El posible traslado ha generado controversia, recordando debates sobre la preservación de bienes históricos. La ley promulgada el 4 de julio asigna $85 millones para el traslado de un transbordador (sin especificar cuál) al Centro Espacial Houston para 2027. No obstante, esta cifra podría resultar insuficiente dado los costos estimados por la NASA.

El Trasfondo Político

El senador Cornyn ha criticado lo que considera un desprecio de Washington hacia Houston, argumentando que la ciudad merece albergar un transbordador espacial debido a su importante papel en el programa espacial estadounidense. Este debate se produce incluso cuando la nave no es propiedad directa del gobierno federal.