Saber qué es la negociación no es solo útil para quienes se dedican a los negocios o al derecho. Negociamos todos los días: desde decidir a qué restaurante ir con amigos, hasta llegar a acuerdos en el trabajo o resolver un malentendido en casa. En pocas palabras, negociar es el proceso mediante el cual dos o más partes buscan llegar a un acuerdo que les beneficie a todos.
Pero ojo: negociar no se trata de ganar siempre, sino de construir acuerdos sostenibles. Es ahí donde entran en juego las tácticas de negociación y una buena preparación.
Tipos de negociación: conoce tus opciones
No todas las negociaciones son iguales. Existen distintos tipos de negociación según el objetivo o el estilo de las partes. Estos son algunos de los más comunes:
- Negociación distributiva: cuando ambas partes compiten por una porción fija (por ejemplo, negociar el precio de un auto). Aquí, lo que una parte gana, la otra lo pierde.
- Negociación integrativa: se busca un beneficio mutuo (ganar-ganar). Por ejemplo, si un proveedor baja su precio a cambio de mayor volumen de compra.
- Negociación colaborativa: muy común en equipos de trabajo. Requiere más tiempo y confianza, pero fortalece relaciones a largo plazo.
- Negociación por imposición: una parte impone condiciones sin mucho margen para discutir. No es recomendable salvo en contextos muy específicos.
Estrategias de negociación que sí funcionan
Saber qué estrategia usar depende del contexto. Aquí algunas estrategias de negociación efectivas que puedes aplicar en tu vida diaria o laboral:
- Escucha activa: muchas veces, lo que la otra parte dice (y cómo lo dice) da pistas sobre sus verdaderas prioridades.
- Prepara tu BATNA (Best Alternative To a Negotiated Agreement): es decir, qué harías si no llegas a un acuerdo. Tenerlo claro fortalece tu posición.
- Empatía táctica: comprender el punto de vista del otro, incluso si no estás de acuerdo, puede ayudarte a conectar y facilitar el diálogo.
- Ofrece primero si estás bien informado: en ciertos escenarios, hacer la primera propuesta puede anclar la negociación a tu favor.
Negociación y manejo de conflictos: dos caras de la misma moneda
Saber negociar y manejar conflictos es vital, sobre todo en entornos profesionales. Un conflicto mal gestionado puede escalar rápidamente; en cambio, si se aborda con una mentalidad de negociación, es posible convertirlo en una oportunidad de mejora.
Por ejemplo, si hay diferencias entre departamentos en una empresa, convocar una mesa de diálogo con objetivos claros y tiempo limitado puede evitar que el conflicto se alargue o afecte a más personas.
¿Dónde negociar hace la diferencia?
- En casa: negociar quién hace qué tareas o cómo organizar gastos en pareja puede reducir fricciones.
- En el trabajo: pedir un aumento o negociar fechas de entrega requiere preparación y argumentos sólidos.
- Con clientes o proveedores: saber cuándo ceder y cuándo no puede mejorar tus relaciones comerciales y hacer crecer tu negocio.
En resumen, entender qué es la negociación y dominar diferentes técnicas puede darte herramientas para resolver situaciones cotidianas con más seguridad. Ya sea en un trato comercial o en una conversación familiar, negociar bien es una habilidad que mejora tu vida.









