Es innegable la constante evolución que experimentan los vehículos año tras año. De hecho, en los últimos 20 años la industria automotriz es uno de los que más cambios ha presentado. Hoy en día los coches salen de la fábrica con avanzada tecnología y con más de 20 computadoras integradas.

Si bien es cierto que el sector automotriz ha sufrido contracciones en los últimos meses, esto se ha debido, principalmente, a factores externos. Por ejemplo, en México la desaceleración económica, y las políticas arancelarias de Estados Unidos han contribuido a frenar la industria.

En mayo último, se registró una contracción de 11.2 %, con 102,081 nuevas unidades vendidas, lo cual representa 12,852 menos respecto al mismo mes en el 2018, informó la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA). Además, también atribuyen este hecho a la venta ilegal de vehículos.

Sin embargo, se aguarda una pronta recuperación, sobre todo en el segmento SUV (vehículo deportivo utilitario) y en los coches de lujo. La constante evolución tecnológica del sector también ha repercutido en el crecimiento y demanda del parque automotriz.

Atrás quedaron las épocas en que el mecánico revisaba el carro con un destornillador en mano. Luego, con la aparición del desarmador eléctrico, una herramienta que aún se usa, el trabajo se volvió más sencillo. Hoy en día las computadoras controlan al vehículo y muestran al especialista dónde se encuentre posiblemente la falla de la unidad.

Constante evolución

Desde la aparición del primer carro con motor de combustión interna (1886) hasta los vehículos eléctricos, las modificaciones han sido numerosas. Uno de los primeros cambios tiene que ver con la electrónica. Los computadores supusieron el adiós a elementos como el carburador. Probablemente otras partes de nuestro vehículo desaparezcan en unos años.

car keyEn los años 90 el carburador fue sustituido con la inyección. Con él también desaparecieron el distribuidor, condensador y platinos. Actualmente dichas funciones las desempeña un computador, que usa señales de sensores y las almacena en una memoria.

En cuanto a la parte interior del vehículo, las tradicionales agujas han sido sustituidas por pantallas digitales TFT, que muestran información del carro como la temperatura, nivel de combustible, velocímetro, entre otros. Pero estos instrumentos análogos ya no están conectados al motor o ruedas de manera física.

Los nuevos modelos han optado por ganar espacio y reducir costos, por lo cual han dejado de lado la llanta de repuesto. En los últimos tiempos la tendencia ha sido incorporar un kit antipinchazo. Pero esto no sirve cuando se revienta la llanta.

Otro cambio tiene que ver con las llaves. La tradicional forma de encender el motor está desapareciendo. Actualmente hay controles para cerrar y abrir las puertas, así como encender y apagar el motor, aún a una considerable distancia.

El número de cilindros y su capacidad también se ha reducido. Los grandes motores también han pasado al olvido. Los actuales han reducido el ciclindraje con el propósito de tener más eficiencia respecto al consumo de combustible. Los motores vienen equipados con sistemas de válvulas variables, y si bien ahora cuentan con 3, 4 y 6 cilindros, son tan eficientes como los clásicos de 8 y 10.

Uno de los primeros cambios fue el adiós de la manivela para subir o bajar los vidrios de las ventanas. El sistema eléctrico ha desplazado al tradicional, si bien en un principio este sistema solo estaba reservado para los autos de lujo. Actualmente, todos los vehículos han optado por usarlo.

Otro cambio, que también mejora la situación con el medio ambiente, ha sido el de cambiar los bombillos halógenos por faros con iluminación LED. Estos resultan más económicos y tienen una vida útil más larga, a la vez que consumen menos energía. Además, la potencia que tienen en considerablemente mayor.