La osteoartritis, una nueva terapia con inyecciones eficientes de adenosina en animales

Un nuevo estudio que ha visto experimentos realizados en ratones en el laboratorio muestra la eficiencia de un nuevo enfoque cuando se trata de osteoartritis avanzada. Los investigadores inyectaron adenosina en las articulaciones de ratones que tenían extremidades dañadas por la inflamación de lesiones traumáticas, como las resultantes de un ligamento desgarrado o un aumento de peso que ejerce presión sobre las articulaciones.

Se trata de daños que, como informan los investigadores, son muy similares a los inducidos por la osteoartritis en humanos.

Después de ocho inyecciones semanales de adenosina, los ratones vieron una tasa de crecimiento neto de tejido cartilaginoso a un nivel de entre 50% y 35%.

El trifosfato de adenosina (ATP) es una molécula que el cuerpo usa para almacenar energía, una característica clave para el metabolismo. Además, esta molécula ayuda en la señalización de otras células y es importante porque se considera un componente básico del material genético. Además, estas moléculas proporcionan alimento a las células condrocíticas, es decir, aquellas células que producen cartílago, que es importante para combatir la osteoartritis.

Como explica Carmen Corciulo, investigadora de NYU Langone y autora principal del estudio, estos resultados muestran que reponer las reservas de adenosina, por ejemplo mediante inyecciones, es un tratamiento útil para la osteoartritis y no crea efectos secundarios obvios, al menos en los animales utilizados. para experimentos.

Precisamente porque los experimentos se han realizado solo en animales, el mismo investigador deja claro de inmediato que aún es pronto para probar esta terapia en humanos: primero se creará un fármaco de prueba y se realizarán estudios preclínicos, probablemente incluso en mamíferos más grandes.

Actualmente, entre los fármacos utilizados para la osteoartritis se encuentran el acetaminofén y los fármacos inhibidores de la COX-2, incluidos el naproxeno y el ibuprofeno. Estos son medicamentos que, sin embargo, no bloquean la progresión de la enfermedad en sí ni la revierten, sino que solo alivian los síntomas.

La única opción para detener la osteoartritis es la operación quirúrgica, con todos los problemas que siguen. Por lo tanto, existe una necesidad desesperada de más opciones de tratamiento para las personas con osteoartritis, como explica claramente Bruce Cronstein, profesor de medicina y autor principal del estudio.