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Nuevo sensor mide la acetona gaseosa liberada por la piel: es la «última frontera» de los dispositivos para monitorear la salud

Un sensor portátil que puede detectar pequeñas cantidades de gases liberados por la piel para monitorear la salud de las personas: es el dispositivo en el que están trabajando algunos investigadores de la Universidad Estatal de Ohio. Como explica Anthony Annerino, estudiante de posgrado en ciencia e ingeniería de materiales de la citada universidad, el nuevo dispositivo es no invasivo y “completamente pasivo” para el usuario.

Sensores portátiles para monitorear la salud

Por lo general, los sensores portátiles para monitorear la salud de las personas se basan en la detección de señales eléctricas para detectar sustancias químicas, por ejemplo, en el sudor. Sin embargo, los sensores que se basan en la transpiración, como explica el comunicado de la universidad estadounidense, requieren grandes cantidades de sudor para obtener una buena detección.

El nuevo dispositivo resultaría particularmente útil para medir biomarcadores relacionados con trastornos metabólicos y enfermedades cardíacas o diabetes.

Realmente la última frontera

Comprender la salud de una persona a través de la piel es “realmente la última frontera”, según explica Pelagia-Iren Gouma, profesora de ciencia de los materiales y una de las autoras del estudio.

El equipo espera tener el primer concepto en 6 meses y las primeras pruebas en humanos en un año. El dispositivo debe conectarse a aquellas áreas del cuerpo con poca transpiración, por ejemplo, detrás de la oreja o en las uñas. Esta es una nueva generación de sensores de piel que algún día se convertirán en la norma, explica Gouma.

Mide la acetona gaseosa liberada por la piel.

Lo que mide el sensor son las pequeñas cantidades de gas acetona que normalmente se libera de la piel. Es una sustancia que puede ofrecer diversa información. Por ejemplo, algunos estudios han demostrado que los niveles de acetona en el aliento pueden estar relacionados con los niveles de azúcar en la sangre y de quema de grasa.

Película de derivados de celulosa vegetal y polímeros electroactivos

El sensor utiliza una película hecha de derivados de celulosa vegetal y polímeros electroactivos. La peculiaridad de esta película es que puede doblarse dependiendo de la cantidad de acetona que detecte.

Puede flexionarse y la flexión se produce en milisegundos.

Como explica Annerino, si se expone a determinados productos químicos en lugar de otros, la película puede doblarse y la flexión se produce en unos pocos milisegundos. A través de algoritmos particulares, basados ​​en la técnica de aprendizaje automático, estos cambios pueden rastrearse y los datos pueden recopilarse para una evaluación a largo plazo.