Enterococcus faecium es una bacteria que se encuentra en el tracto gastrointestinal y que generalmente no causa problemas. Sin embargo, en pacientes inmunodeprimidos puede provocar infecciones que incluso pueden llegar a ser fatales. Muy a menudo, los sujetos permanecen infectados en instalaciones de salud como hospitales e incluso esta característica de difusión ha permitido que esta bacteria evolucione a algunas cepas resistentes a los antibióticos, como ampicilina y vancomicina.

Mediante la secuenciación del genoma, un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres ha sido pionero en un nuevo enfoque para rastrear la propagación de este tipo de bacterias en hospitales e instalaciones de atención médica. Confirmaron que esta bacteria gastrointestinal resistente a los medicamentos puede propagarse con bastante facilidad en un hospital y resistir incluso una limpieza profunda.

El estudio, publicado en Nature Microbiology, describe la modalidad de investigación que siguieron los investigadores: siguieron a 149 pacientes hematológicos ingresados ​​en el Hospital de Addenbrooke, durante un período de seis meses, tomando muestras de heces y muestras del medio.

Gracias al análisis genómico de la bacteria, una forma más eficaz de identificar simplemente la bacteria con el método clásico de cultivo en el laboratorio, los investigadores encontraron que 2/3 de los pacientes habían adquirido Enterococcus faecium.

Alrededor del 48% de las muestras tomadas del ambiente también fueron positivas para esta bacteria y entre ellas se encontraban el 36% de los dispositivos médicos, el 76% de las áreas que no suelen sufrir contacto directo como ventilaciones, el 41% de las camas y el 68% de baños compartidos.

De los 111 pacientes que adquirieron la bacteria, 67 mostraron fuertes vínculos epidemiológicos y genómicos con al menos otro paciente o su entorno directo. “El hecho de que todos estos casos estuvieran vinculados a otro paciente o su entorno sugiere fuertemente que habían recolectado la bacteria multirresistente mientras estaban en el hospital”, explica Francesc Coll, primer autor del estudio.

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Enterococcus faecalis

Finalmente, los investigadores descubrieron que incluso las actividades de limpieza profunda no pudieron erradicar estas bacterias: después de tres días de limpieza profunda de una sala completa, lo que también provocó que los pacientes se mudaran a otra sala, los investigadores realizaron el mismo muestreo y encontraron que el 9% de las muestras todavía eran positivas para la bacteria.

«Nuestro estudio se basa en observaciones previas de que las cepas de E. faecium resistentes a los medicamentos pueden persistir en el ambiente hospitalario a pesar de la limpieza estándar; sin embargo, nos sorprendió descubrir lo breve que fue el efecto de la limpieza profunda», explican. investigadores.