Pasamos gran parte del día sentados, lo que tiene consecuencias negativas para la salud. Sin embargo, un estudio reciente de la Anses (Agence nationale de sécurité sanitaire) revela que pausas cortas y activas, como caminar solo cinco minutos cada media hora, pueden marcar una gran diferencia.
El peligro del sedentarismo prolongado
Estudios indican que los adultos pasan un promedio de siete horas diarias en posición sentada. La inactividad física incrementa significativamente el riesgo de desarrollar:
- Diabetes tipo 2
- Obesidad
- Enfermedades cardiovasculares
- Problemas respiratorios y osteoarticulares
- Algunos tipos de cáncer
Pausas activas de 5 minutos: la solución
La Anses analizó investigaciones sobre los beneficios de interrumpir el sedentarismo con actividades como levantarse, caminar o subir escaleras. Los resultados son claros:
- Caminar 5 minutos cada 30 minutos, a una intensidad leve o moderada, mejora parámetros metabólicos como la glucemia y la insulinemia.
- Para niños, una actividad más intensa durante 3 minutos cada 30 minutos podría ser aún más beneficiosa.
- Romper el sedentarismo tiene un efecto positivo en las funciones cognitivas, mejorando la atención, el tiempo de reacción y el estado de ánimo, además de reducir la fatiga.
Beneficios Cognitivos Comprobados
Independientemente del ritmo al caminar, estudios muestran una mejora tangible en:
- Atención
- Tiempo de reacción
- Estado de ánimo
- Disminución de la fatiga
Estos beneficios se observan cuando la posición sentada se interrumpe regularmente, idealmente cada 30 minutos.
Estrategias para integrar pausas activas en tu rutina
La clave está en incorporar estas pausas en todos los entornos: trabajo, escuela y hogar. Aquí hay algunas ideas:
- Prioriza las escaleras sobre el ascensor.
- Organiza reuniones o discusiones mientras caminas.
- Levántate al hablar por teléfono.
- Coloca la impresora o la máquina de café lejos de tu escritorio.









