Las Super Tierras a menudo están protegidas por planetas similares a Júpiter, las simulaciones también lo demuestran

La disposición de los planetas y sistemas planetarios que giran alrededor de las estrellas no es aleatoria sino que depende de algunas condiciones iniciales según un estudio publicado en Astronomy & Astrophysics.

Los investigadores llevaron a cabo nuevas y complejas simulaciones para rastrear la evolución de los sistemas planetarios durante períodos de miles de millones de años y llegaron a la conclusión de que aquellos sistemas que tienen en las áreas internas, los más cercanos a la estrella, planetas que pueden definirse como «superterres» con bajo contenido de agua y gas, muy a menudo también tienen un gigante gaseoso similar a Júpiter en la órbita más externa.

Estos planetas más grandes y masivos serían esenciales para mantener a todos esos asteroides peligrosos lejos de las áreas más internas, una teoría que se cita a menudo cuando se apunta a los muchos factores que han permitido que la vida en la Tierra crezca y prospere durante miles de millones de años.

La gravedad de un planeta como Júpiter, de hecho, cuando se coloca en una determinada posición en un sistema planetario, juega un papel muy importante al desviar literalmente asteroides, cometas y similares de las órbitas de los planetas más internos y, por lo tanto, reducir en gran medida la posibilidad. de impactos catastróficos.

“A estos gigantes gaseosos los llamamos Júpiter frío. Crecen a cierta distancia de la estrella central, donde el agua existe en forma de hielo ”, informa Martin Schlecker, investigador del Instituto Max Planck de Astronomía (MPIA) en Heidelberg, uno de los autores principales del estudio.

Los investigadores consideraron, en lo que respecta a las áreas más internas, planetas similares a la Tierra que se pueden definir como «súper-Tierras secas». Estos son planetas rocosos que son más grandes que la Tierra y que tienen una atmósfera más delgada y menos agua y hielo. Las simulaciones mostraron que encontrar un Júpiter frío junto con una super-tierra con mucho hielo en la región interior es casi imposible.

“Queríamos verificar un descubrimiento sorprendente tras las observaciones realizadas en los últimos años de que los sistemas planetarios con un Júpiter frío casi siempre contienen una super-Tierra”, explica Schlecker.

Sin embargo, de acuerdo con los resultados de las simulaciones, solo el 30% de los sistemas planetarios en los que se formaron los superterres también tenían un Júpiter frío. Además, también en las simulaciones, estos gigantes gaseosos fríos se ubicaron lo suficientemente lejos de la zona interior como para no influir en el desarrollo y nacimiento de planetas rocosos como la Tierra.

“Tales simulaciones apoyan el estudio de sistemas exoplanetarios, ya que planetas como el frío Júpiter tardan mucho tiempo en orbitar su estrella madre en sus amplias órbitas”, explica Hubert Klahr, otro investigador de MPIA involucrado en el estudio.

Precisamente esta característica hace que sea más difícil interceptar planetas de Júpiter como los descritos en este estudio y se deduce que las estadísticas relativas a los exoplanetas que hemos encontrado hasta ahora no reflejan la composición media real de los sistemas planetarios.

Sin embargo, con futuros telescopios más potentes como el Extremely Large Telescope (ELT) del European Southern Observatory o el James Webb Space Telescope (JWST), estas predicciones teóricas podrían probarse empíricamente.