Según una nota emitida por SpaceX, 40 satélites sufrieron daños irreparables por la tormenta solar. Los 40 satélites forman parte de un conjunto de 49 que fueron lanzados en el marco del proyecto Starlink el 3 de febrero.
Los satélites ni siquiera salieron del modo provisional
Según el comunicado, los satélites ni siquiera han salido del modo provisional y tendrán que volver a entrar en la atmósfera terrestre. Sin embargo, como la propia empresa se apresura a señalar, no suponen ningún peligro para la Tierra: los satélites están diseñados precisamente para romperse en pequeños trozos una vez que entran en la atmósfera terrestre.
Tormenta solar
La tormenta solar que dañó los satélites provocó un gran estallido de energía que salió de la superficie del Sol (las llamadas llamaradas solares). El viento solar que transportaba esta energía llegó a la Tierra e interactuó con su campo magnético, creando una tormenta geomagnética. La llamarada se produjo el 30 de enero y el flujo de energía, a una velocidad de casi 5 millones de kilómetros por hora, alcanzó la Tierra y dañó los 40 satélites de la red Starlink durante la jornada del viernes.
Los satélites habían sido lanzados desde Florida
Los satélites fueron lanzados desde Florida con un cohete Falcon 9 el jueves 3 de febrero y fueron colocados en una órbita terrestre baja, a una distancia de unos 210 km de la superficie de la Tierra. A continuación, estos satélites debían iniciar una maniobra de elevación de la órbita pero, debido a la tormenta solar que provocó un aumento de la resistencia atmosférica de hasta el 50%, 40 de los satélites no pudieron salir del modo provisional para iniciar la maniobra.
Por ello, los satélites fueron puestos en órbita y algunos de ellos ya han vuelto a entrar en la atmósfera prácticamente «desaparecidos». De hecho, según el comunicado, ninguno de los satélites que reingresen tocará el suelo.









