La plata es un agente antimicrobiano. Por este motivo, en muchas ocasiones, se incluye en la composición química de ciertos productos como sustancia adicional con la que matar microorganismos o detener la proliferación de estos en ciertos entornos. Según si los agentes antimicrobianos (como es el caso de la plata) actúan contra bacterias u hongos, los medicamentos antimicrobianos se clasifican en varias categorías. Por ejemplo: los antibióticos actúan contra las bacterias. En cambio, los antifúngicos lo hacen contra los hongos.

En el caso de la plata, su campo de actuación es bastante amplio. Su eficacia ha sido testada en microorganismos como E.coli, Legionella, Pseudomonas, Salmonella, S. aureu, A. niger y otros tantos más. Actualmente, algunos laboratorios lo incluyen como ingrediente antimicrobiano en algunos de sus productos. Es el caso de los Laboratorios Argenol, que incorporan la plata en productos cosméticos vinculados al cuidado del cabello, las axilas (desodorantes), los pies, la piel, cuidado bucal, higiene íntima… Estos mismos laboratorios también utilizan la plata como aditivo antibacteriano en productos destinados a un uso industrial.

Algunos ejemplos de esta última aplicación se encuentran en su gama de aditivos BactiBlock®, los cuales pueden incluirse en: pinturas y recubrimientos, materiales plásticos, adhesivos/sellantes/masillas, cerámicas y porcelanas sanitarias, materiales de fabricación de envases alimenticios, tratamientos de aguas, etc.

Tal es la eficacia de la plata en su uso farmacéutico y sanitario que se ha implementado incluso en la nutrición. En el sector de la alimentación se aprovecha su capacidad para reducir e inhibir el crecimiento de microorganismos en alimentos. Sin embargo, es importante que se acredite con un certificado como el de Buenas Prácticas de Fabricación (GMP), que asegura que la plata utilizada cuenta con la calidad adecuada.

Este certificado es expedido por la Agencia Española del Medicamento. Su acreditación permite que el laboratorio pueda incluir plata coloidal, metálica o iónica como principio activo en medicamentos y productos sanitarios, por ejemplo, para prevenir infecciones.

¿En qué consisten los ingredientes antimicrobianos?

Estos ingredientes son utilizados con dos finalidades distintas: la primera de ella es conseguir que las formulaciones/productos en los que se incluye la presencia de estos ingredientes nunca presenten actividad microbiana, de forma que los microorganismos no proliferen en las sustancias que presenten antimicrobianos en su composición.

La segunda de sus utilidades se basa en evitar la proliferación de microorganismos allá donde se aplica el producto (como es el caso de las pinturas, cuya composición presenta algún ingrediente antimicrobiano, como la plata).

La plata: lo que la hace un ingrediente antimicrobiano especial

Desde la antigüedad se ha venido utilizando la plata como elemento antibacteriano y fungicida. Pero no ha sido hasta ahora que se ha comprobado que también tiene propiedades que la dotan de funcionalidades viricidas. De este modo, es capaz de eliminar bacterias Gram +, Gram-, hongos, mohos y levaduras, pero también puede reducir la carga vírica.

Ello se debe principalmente a la toxicidad que la plata representa para los microorganismos. De hecho, tal es su toxicidad que una de las ventajas de la plata frente a los antibióticos radica en que los microorganismos no parecen poderle hacer frente.

Formatos en los que se encuentra la plata

Los productos que Laboratorios Argenol desarrolla presentan una base acuosa en la que la plata predomina como elemento principal de la composición química. También se ofrecen en forma de polvo.

En el primer caso, se incluyen productos cosméticos destinados a la eliminación de bacterias responsables del mal olor del sudor, del acné…

En el segundo caso, se incluyen en polvo en apósitos, cremas y sprais para tratar heridas y/o quemaduras.

Por último, también se comerzializa en cerámicas, cauchos, siliconas… proporcionando una propiedad antimicrobiana a la superficie sobre la que los productos que lo incorporan son aplicados. De este modo se crean espacios completamente higienizados que, por ejemplo, con el covid, son vitales.

¿En qué consisten los aditivos antibacterianos?

Los aditivos antibacterianos permiten evitar la presencia de microorganismos patógenos que pudieran proliferar en superficies como bandejas, tejidos… La principal utilización de estos aditivos es la de prevenir la aparición, el desarrollo y la extensión de bacterias en unos espacios y otros. Pueden clasificarse en dos categorías según las bacterias contra las que actúan: bactericidas y bacteriostáticos.

Los primeros eliminan a las bacterias, mientras que los segundos impiden su crecimiento. Pueden ser compuestos orgánicos o inorgánicos, pero en cualquier caso la base suele ser plata o cobre, que aportan una mayor eficiencia antimicrobiana y además, por más largo tiempo.

Respecto a la forma en que unos y otros actúan, evitan el crecimiento gracias a actuar en la pared celular de las propias bacterias. También atacan el ADN de la bacteria, lo que daña su estructura y los ribosomas, así la bacteria deja de poder sintetizar las proteínas que la mantienen con vida. Con la impermeabilización de las superficies higienizadas, se logra reducir infecciones y también, alergias.