Los científicos han descubierto que las turberas del norte pierden más agua que los bosques debido a la desecación del aire, lo que puede conducir a mayores emisiones de carbono», informa eurekalert.org.

En los bosques, turberas y lagos de las altas latitudes septentrionales (boreales) se almacena más carbono del que se almacena actualmente en la atmósfera. Por lo tanto, comprender cómo responden las latitudes boreales, incluyendo Canadá y Alaska, al calentamiento global es muy importante para predecir su desarrollo. A medida que el clima se calienta, el aire se vuelve más seco y puede absorber más agua. Los pinos, abetos y alerces de los bosques boreales responden principalmente preservando su agua, pero no se sabe cómo responden las turberas boreales (pantanos y marismas).

Para compensar esto, un equipo de 59 científicos internacionales, incluyendo a Inke Forbrich del Laboratorio Biológico Marino, combinaron sus datos para encontrar que las turberas boreales pierden más agua que los bosques debido al secado del aire. Esto tiene importantes implicaciones no sólo para las predicciones de la disponibilidad de agua en estas regiones, sino también para la retroalimentación climática del carbono a nivel mundial. Con niveles de agua subterránea más bajos, es más probable que las turberas liberen CO2 a la atmósfera, lo que a su vez acelerará el calentamiento global.

La mayoría de los modelos climáticos mundiales actuales asumen que la región boreal está formada únicamente por ecosistemas forestales. Añadir datos de las turberas hará que las predicciones sobre el cambio climático sean más precisas.