La medicina para el cáncer se desarrolla sin efectos secundarios para las células sanas
Investigadores de la Universidad de Ginebra encontraron una nueva combinación de medicamentos que son efectivos para combatir las células cancerosas sin afectar a las células sanas – escribe eurekalert.org con referencia a los cánceres.
El control del cáncer implica la destrucción de las células cancerosas, pero los tratamientos modernos inevitablemente tienen consecuencias negativas para las células sanas. Los pacientes a menudo desarrollan resistencia a los medicamentos y sufren efectos secundarios debido a las dosis utilizadas en el tratamiento. ¿Cómo se puede resolver este doble problema? Científicos de la Universidad de Ginebra (UNIGE) en Suiza han analizado 200 combinaciones de diferentes fármacos antitumorales en un intento de reducir las dosis. Utilizaron una nueva técnica para probar el efecto de la combinación sobre las células cancerosas y las células sanas al mismo tiempo. Los investigadores encontraron una mezcla muy prometedora de cuatro componentes, llamada C2, que puede matar las células tumorales, dejando intactas a las células sanas.
Los medicamentos que atacan los tumores deben ser agresivos para ser efectivos. Sin embargo, el equilibrio entre la destrucción de las células cancerosas y el daño colateral a las células sanas es un problema constante. Las dosis altas de medicamentos contra el cáncer pueden causar dos tipos principales de daño: resistencia progresiva a los medicamentos a medida que el cuerpo se adapta a dosis masivas; y efectos secundarios indeseables en las células sanas del paciente. Entonces, ¿cómo podemos luchar contra el cáncer sin dañar al paciente? El objetivo principal es reducir las dosis de los medicamentos para evitar la resistencia», explica Patricia Novak-Slivinska, profesora del Instituto de Ciencias Farmacéuticas de Suiza Occidental y de la UNIGE, así como de la Universidad de Investigación Traslacional en Onco-Hematología (CRTOH). – Es por eso que estamos creando nuevas fórmulas que consisten en varios medicamentos de baja dosis que nos ayudarán a lograr nuestro objetivo sin causar ninguna resistencia.
Los investigadores del UNIGE se han centrado en diez sustancias utilizadas en el control del cáncer y han creado unas 200 combinaciones posibles. «Utilizamos un método desarrollado en nuestro laboratorio para probar simultáneamente estas diferentes combinaciones in vitro en células cancerosas y células sanas. El objetivo era comparar directamente los efectos del tratamiento en dos tipos de células», continúa el profesor Novak-Slivinska. – Pudimos eliminar las fórmulas que no destruían las células enfermas, así como las fórmulas que afectaban a las células sanas.
Gracias a este método de pruebas simultáneas, los investigadores del UNIGE han identificado las combinaciones más eficaces con el menor efecto secundario posible sobre las células sanas, especialmente seleccionando una de ellas: C2.
El C2, que consta de cuatro productos (tubacina, CI-994, erlotinib y dasatinib), tiene un nuevo y muy prometedor mecanismo de acción. «Durante nuestras pruebas in vitro, encontramos que el C2 mata 20 veces más células cancerosas que otras combinaciones mientras mantiene seguras a las células sanas», explica Patrick Medaldi, profesor de Fisiología Celular y Metabolismo en la UNIGE y el CRTOH.
La peculiaridad de C2 es que sólo se dirige a centros celulares adicionales en células tumorales. «Cada célula está equipada con dos centrífugas, los orgánulos, que permiten dividirla en dos partes, sacando cada mitad de la célula», explica el profesor Meraldi. En cuanto a las células cancerosas, tienen más centrosas, que tiran de la célula en tres o cuatro direcciones durante su división, lo que lleva a la muerte de la célula. Para prevenir esto, las células cancerosas agrupan los centrosomas en dos polos. «C2 bloquea este grupo, causando la muerte celular específica de las células tumorales con centrosomas adicionales, dejando intactas las células sanas», continúa un investigador de Ginebra.
Ahora hay un medicamento en el mercado que también causa separación en tres o cuatro direcciones: el paclitaxel. Pero tiene que ser tomado en dosis altas, lo que causa numerosos efectos secundarios en los pacientes. «Por eso queremos sustituir el uso de paclitaxel por C2 o una combinación de ambos, lo que reducirá el riesgo de resistencia y toxicidad», dice la profesora Novak-Slivinska. Para ello, los investigadores del UNIGE han solicitado una patente para una combinación de C2 y actualmente están realizando pruebas in vivo en ratones para que puedan observar el impacto de esta nueva fórmula en todo el cuerpo, no sólo en una célula aislada.