La humedad está empeorando el Grito de Edward Munch.

La humedad es la principal razón por la que la pintura amarilla del cuadro «Scream» de Edward Munch en 1910 se despegó y descoloró, según un nuevo estudio. Esta perspicacia puede ayudar a preservar la pintura», escribe sciencenews.org en referencia a los avances de la ciencia.

Desde 2006, la pintura de Edward Munch rara vez se ha exhibido porque los pigmentos de sulfuro en ella son muy frágiles. Los trazos amarillos del cadmio en el cielo y la figura central se han vuelto blanquecinos, y la pintura gruesa con la que se pinta el lago se está despegando. Para evitar una mayor destrucción, el Museo Munch en Oslo casi siempre guarda el «Grito» en un almacén con una iluminación cuidadosamente controlada y alrededor de un 50% de humedad.

Ahora el análisis químico del cuadro muestra que la humedad es la principal causa de deterioro, mientras que la luz sólo juega un papel menor», dijo Leticia Monico, una química con colegas del Consejo Nacional de Investigación italiano en Perugia.

Los investigadores han analizado áreas microscópicas de pintura Scream junto con muestras de pintura de composición química similar, que fueron envejecidas artificialmente en el laboratorio.

Los estudios de rayos X de las muestras de pintura revelaron sulfato de cadmio – producto de la descomposición del sulfuro de cadmio – en las manchas de la pintura «Scream». El sulfato de cadmio también se encontró en pinturas envejecidas artificialmente que fueron expuestas a por lo menos 95% de humedad tanto en la luz como en la oscuridad, pero muestras similares expuestas a la luz con 45% de humedad no mostraron signos de degradación. Esto sugiere que la humedad es la principal culpable del envejecimiento del Grito y que el cuadro debe mantenerse a un 45 por ciento de humedad o menos.

Esta nueva comprensión de la obra de arte puede ayudar a preservar otras pinturas de los contemporáneos de Munch, como Matisse y Van Gogh, que también contienen pigmentos en descomposición de sulfuro de cadmio. Pero Mónica advierte que cada cuadro es un paisaje químico único y complejo, por lo que las estrategias de conservación deben desarrollarse caso por caso.