La Fiebre de los 37: Desmitificando la Temperatura Corporal

Durante mucho tiempo, se ha considerado que la temperatura corporal normal es de 37 °C. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que esta cifra podría ser ligeramente inferior. Exploraremos las razones detrás de esta variación y qué factores influyen en nuestra temperatura corporal.

La temperatura corporal «normal»: ¿ya no es lo que era?

El mito de los 37 °C

Durante décadas, 37 °C (98.6 °F) ha sido la referencia estándar para la temperatura corporal humana normal. Esta cifra se originó en un estudio del siglo XIX realizado por el médico alemán Carl Wunderlich. Sin embargo, estudios más recientes sugieren que la temperatura corporal promedio podría estar disminuyendo.

Evidencia de una temperatura más baja

Investigaciones actuales indican que la temperatura corporal promedio de los adultos es más cercana a 36.5 °C (97.7 °F). Esto se basa en análisis de grandes conjuntos de datos que han demostrado una tendencia a la baja a lo largo del tiempo.

Factores que influyen en la temperatura corporal

Variaciones individuales

La temperatura corporal no es una constante fija. Varía de persona a persona y a lo largo del día. Factores como la edad, el sexo, la hora del día y el nivel de actividad física pueden influir en la temperatura.

Factores ambientales

La temperatura ambiente también juega un papel crucial. En climas cálidos, la temperatura corporal puede ser ligeramente más alta, mientras que en climas fríos puede ser más baja. La ropa que usamos también afecta nuestra capacidad para regular la temperatura.

Salud y condiciones médicas

Ciertas condiciones médicas, como infecciones, inflamación o problemas de tiroides, pueden causar fluctuaciones en la temperatura corporal. La fiebre, definida como una temperatura superior a 38 °C (100.4 °F), suele ser un signo de infección.

¿Cómo medir la temperatura corporal correctamente?

Métodos de medición

Existen varios métodos para medir la temperatura corporal, incluyendo:

  • Oral: Usando un termómetro debajo de la lengua.
  • Axilar: Colocando el termómetro debajo de la axila.
  • Rectal: Introduciendo el termómetro en el recto (más preciso, especialmente en bebés).
  • Timpánica: Usando un termómetro en el oído.
  • Frontal: Usando un termómetro infrarrojo en la frente.

Interpretación de los resultados

Es importante recordar que una lectura «normal» puede variar según el método utilizado y las características individuales. Si tienes dudas sobre tu temperatura corporal, consulta con un profesional de la salud.