Los pequeños crustáceos llamados kril antártico juegan un papel crucial en el clima de nuestro planeta. Su forma de alimentarse y los desechos que generan impactan directamente en la cantidad de carbono que se almacena en el fondo del océano. ¡Entender esto es vital para combatir el cambio climático!
El Kril Antártico: Pequeño Animal, Gran Impacto Climático
El kril antártico (Euphausia superba) es una especie abundante en el Océano Austral. Estos pequeños crustáceos son la base de la cadena alimenticia antártica, nutriendo a animales como focas, ballenas, pingüinos y aves marinas. Pero su impacto va más allá de la alimentación.
El Kril y el Ciclo del Carbono
El kril juega un papel importante en el ciclo del carbono, un proceso natural que regula la cantidad de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. El CO2 es un gas de efecto invernadero, y su exceso contribuye al calentamiento global. El kril ayuda a «secuestrar» carbono del agua superficial del océano y transferirlo al fondo marino, donde puede permanecer almacenado durante siglos.
¿Cómo lo Hacen?
- Heces de Kril: El kril produce grandes cantidades de heces que se hunden rápidamente hasta el fondo del mar, llevando consigo el carbono que contenían.
- «Bolos» de Comida Rechazada: Cuando el kril se alimenta, filtra el agua para obtener fitoplancton (pequeñas plantas marinas). A veces, rechaza parte del alimento en forma de «bolos», que también se hunden y contribuyen a secuestrar carbono.
Se estima que el kril podría secuestrar al menos 20 millones de toneladas de carbono cada año. Esta cantidad es comparable a la capacidad de secuestro de los bosques de manglares, ecosistemas costeros muy importantes para el clima.
El Problema de los Microplásticos
Un estudio reciente ha revelado una preocupación alarmante: la presencia de microplásticos en el agua afecta el comportamiento alimentario del kril. Los microplásticos son pequeños fragmentos de plástico que contaminan los océanos.
Impacto de los Microplásticos en el Kril
- Mayor Rechazo de Alimento: Los microplásticos hacen que el kril rechace la comida con más frecuencia, incluso cuando no están llenos.
- Fragmentación de Plásticos: El kril que ingiere microplásticos puede fragmentarlos aún más, liberando nanoplásticos, que son aún más pequeños y pueden ser más perjudiciales.
Este fenómeno es preocupante porque podría reducir la capacidad del kril para secuestrar carbono y alterar el equilibrio del ecosistema antártico. Es como si, al intentar comer, el kril se indigestara por la basura y, en lugar de aprovechar la comida, la desperdiciara, disminuyendo su contribución a la limpieza del planeta.
Para tener una mejor idea del problema de los microplásticos, la ONU estima que cada año se vierten en los océanos entre 8 y 13 millones de toneladas de plástico. Es crucial reducir la contaminación por plásticos para proteger al kril y su importante función en el ciclo del carbono.
El Futuro del Kril en un Mundo Cambiante
El kril ya está siendo afectado por el aumento de la temperatura del agua y la acidificación de los océanos, problemas derivados del cambio climático. La contaminación por microplásticos es una amenaza adicional que podría agravar la situación. Es fundamental tomar medidas para proteger estos pequeños crustáceos y garantizar que sigan desempeñando su papel vital en el equilibrio climático del planeta.









