Investigadores encuentran que la nanotecnología es clave para eliminar los defectos del vino

Según Wine Australia, los investigadores del país dijeron que la nantecnología -una rama de la tecnología que estudia y manipula átomos y moléculas individuales- podría tener un impacto sustancial en el sector del vino y ser utilizada para resolver una serie de problemas «a nivel molecular».

Un equipo de la Universidad de Adelaida utilizó con éxito la nanotecnología el año pasado para desarrollar un polímero que pudiera eliminar una metoxipiracina, el compuesto conocido por producir el aroma a’pimiento verde’ del vino Cabernet Sauvignon.

El equipo unió nanopartículas magnéticas a los polímeros, que luego fueron extraídas mediante imanes.

Aunque el investigador principal, el Profesor Asociado en Ciencias del Vino David Jeffery, dijo que los polímeros necesitaban ser afinados y sometidos a más pruebas, especialmente para desarrollar el proceso a escala, podrían ser utilizados para la remoción de humo o de manchas de corcho.

La investigación se basó en el trabajo realizado por un equipo del Instituto Australiano de Investigación Vitivinícola (AWRI) que el año pasado desarrolló con éxito un método de separación magnética que podría separar las proteínas de la neblina del vino de manera rápida y eficiente, consiguiendo que se unan a un polímero de plasma de ácido acrílico recubierto con nanopartículas magnéticas, sin afectar a los fenólicos.

El Dr. Agnieszka Mierczynska-Vasilev de la AWRI dijo que los beneficios del proceso eran que era rápido, libre de solventes, podía ser aplicado a baja temperatura, y no requería activación superficial o pretratamiento. También podría utilizarse para proporcionar una amplia gama de funcionalidades de superficie, dijo en su investigación, añadiendo que tiene un «futuro brillante» en el sector vitivinícola, ya que permite la gestión del vino «a nivel molecular».

«Estoy convencida de que la nanotecnología tendrá un impacto sustancial en el sector vitivinícola en el futuro en áreas como el ajuste de las propiedades sensoriales del vino para conseguir un mejor sabor o textura o la modificación del valor nutricional, que puede ofrecer beneficios tanto para el sector como para el consumidor», afirmó.