Hace 3,5 millones de años, hubo una explosión masiva en medio de la Vía Láctea.

Los investigadores encuentran evidencia de un brote grande, que ocurrió cerca del agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea, enviando una explosión de radiación en forma de cono al espacio. El brote siguió 200.000 años luz, afectando el flujo de Magallanes. La noticia apareció en el sitio web del Centro Australiano de Excelencia en Astrofísica. Un artículo con los resultados del estudio será publicado en el Astrophysical Journal.

El fenómeno, que fue descubierto por un grupo de astrónomos bajo el liderazgo de investigadores australianos, se llamó «brote de Seifert». La explosión cerca del agujero negro de Sagitario A (Sgr A*) causó dos enormes «conos de ionización» que cortan la Vía Láctea – comenzando con un diámetro relativamente pequeño cerca del agujero negro y expandiéndose significativamente a la salida de nuestra galaxia.

El destello fue tan poderoso que afectó el flujo de Magallanes – un largo rastro de gas dejado por las galaxias enanas – las Grandes y Pequeñas Nubes de Magallanes. El Arroyo Magallanes está a unos 200.000 años luz de la Vía Láctea.

Una poderosa explosión ocurrió hace unos 3,5 millones de años – relativamente recientemente en el universo. En ese momento, ya habían pasado 63 millones de años desde que los dinosaurios murieron en la Tierra, y los antiguos antepasados del Homo sapiens, los Australopitecos, ya se movían por África.

Los investigadores suponen que la explosión duró 300.000 años.