Ahora se puede convertir gas de efecto invernadero en combustible renovable.

Un equipo de químicos del Boston College construyó un nuevo sistema catalítico para convertir el dióxido de carbono de manera más efectiva en metanol y describió su invención en un estudio que apareció en Chem.
Convertir el dióxido de carbono en metanol significa no solo obtener un combustible alternativo muy útil, sino también disminuir la presencia de dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, en el medio ambiente.
Los investigadores instalaron varios catalizadores en un solo dispositivo encerrado dentro de un material cristalino poroso, una estructura llamada metal-orgánica, como explican Jeffery Byers y Frank Tsung, autores principales del estudio.
El material poroso, similar a una esponja, se utiliza para mantener los catalizadores en su lugar, que por lo tanto funcionan por separado.
Los investigadores se inspiraron en el trabajo que realizan las células: las células usan reacciones químicas multicomponentes para ser más eficientes.
Con este enfoque, han logrado convertir un gas de efecto invernadero en un combustible renovable.
Los investigadores ahora tienen la intención de optimizar aún más este sistema de múltiples componentes para que la reacción funcione sin requerir una gran cantidad de aditivos.