¿Existe otro universo que interactúe con el nuestro? Misteriosos patrones de grafeno parecen sugerirlo
La constante cosmológica fue propuesta por Albert Einstein para modificar sus ecuaciones del campo gravitatorio y obtener, muy sustancialmente, una solución que produjera un universo estático, en el que creía firmemente en su momento. Según un nuevo estudio publicado actualmente en preimpresión en arXiv, nuestro universo puede no ser el único y el grafeno lo probaría, como informa una nueva declaración del Joint Quantum Institute.
Puede haber otros universos además del nuestro
Los investigadores analizaron lo que sucede cuando apilas dos hojas de grafeno una encima de la otra, lo que da como resultado resultados que parecen sugerir que puede haber otros universos además del nuestro. Varios de los fenómenos que demostrarían esto pertenecerían precisamente al mundo de la física de partículas elementales como consecuencia de dos universos casi idénticos interactuando de alguna manera.
De hecho, los investigadores Alireza Parhizkar y Victor Galitski explican que han encontrado una divergencia entre los valores de la constante cosmológica, concepto que ha sido retomado en los últimos años (no para explicar la naturaleza estática del universo sino la aceleración de su expansión), y una estimación teórica de su cantidad.
Valor de la constante cosmológica
Los investigadores encontraron que el valor real de la constante cosmológica que se puede calcular analizando la tasa de expansión del universo resulta ser al menos 120 órdenes de magnitud más bajo que la estimación que se puede hacer teóricamente y usando la teoría cuántica de campos (y suponiendo que sea correcto).
Las láminas de grafeno produjeron «pequeños universos»
Los investigadores llegaron a estas conclusiones analizando láminas de grafeno, capas de carbono de un solo átomo de espesor con un patrón estructural hexagonal repetitivo. Se dieron cuenta de que los experimentos relacionados con las propiedades eléctricas de las láminas de grafeno apiladas producían «pequeños universos», un fenómeno que, según los dos investigadores, también podría afectar a otros campos de la física.
Los nuevos comportamientos eléctricos identificados por los científicos se deben a las influencias recíprocas entre las hojas individuales. Estos son efectos que eventualmente podrían aplicarse también en teorías cosmológicas y por lo tanto a todo el universo. Nuestra realidad puede ser solo la mitad de un par de universos que interactúan.
Los patrones de láminas de grafeno apiladas pueden repetirse durante enormes longitudes
Según los investigadores, los patrones interesantes que surgen de las láminas de grafeno apiladas pueden repetirse durante enormes longitudes y hay un caso estructural particular, llamado «grafeno de ángulo mágico», en el que un patrón particular parece repetirse de una manera que permite nuevos e interesantes comportamientos físicos, incluida la superconductividad.
En este sentido, el patrón de dos hojas de grafeno apiladas puede interpretarse como la física existente entre dos universos bidimensionales en los que los electrones pasan ocasionalmente de un universo a otro. Los investigadores han generalizado las matemáticas detrás de estas concepciones aplicándolas a universos en tres o más dimensiones, como el nuestro, que es tetradimensional.
Idea emocionante y ambiciosa, quizás demasiado grande para ser verdad
Es “una idea emocionante y ambiciosa”, explica Galitski, profesor de física teórica en JQI. De hecho, según los investigadores, es incluso «casi sospechoso» que estos modelos funcionen para predecir cosas como las características fundamentales del cosmos, incluidas la inflación y las partículas de Higgs.
Según Parhizkar, lo positivo de los estudios que él y su colega están realizando radica en el hecho de que la teoría que hay detrás es “falsable experimentalmente”, algo positivo. Según el investigador, si no se falsean las teorías desarrolladas en este estudio, será muy interesante porque parecen resolver un problema importante, el de la constante cosmológica, además de que describen varias partes importantes de la física. Pero el mismo investigador admite que se trata de ideas que quizás son demasiado grandes para ser verdad.