El Telescopio del Siglo XXI de Canon

Debido a que el zoom en los teléfonos inteligentes sigue siendo su punto más débil, Canon introduce el PowerShot ZOOM, un pequeño accesorio autónomo con un lente que puede extenderse hasta 400 mm. ¡Un verdadero teleobjetivo de bolsillo!
Con sus múltiples sensores y ópticas, los teléfonos móviles son un gran sustituto de las cámaras digitales. Incluso saben cómo competir con los SLRs de nivel básico, siempre gracias a la combinación de su óptica y también al refuerzo de la IA. Sólo hay un área en la que los teléfonos inteligentes fallan a la hora de tomar fotos, y es en el área de zoom. Los fabricantes consiguen aumentar hasta 10x, como el Huawei P40 Pro+ con su sistema de zoom periscópico o, en menor medida, el Oppo Find X2 Pro y el Samsung Galaxy Note 20 Ultra. Pero el grosor del móvil no permite mucha destreza. Nada es mejor que una lente real. Eso es lo que Canon ofrece con su nuevo PowerShot ZOOM.
Atención, esto no es un zoom óptico que se pone en el teléfono, sino un accesorio autónomo, aunque se controle a través del móvil. Con un peso de 144 g, el dispositivo parece un pequeño telescopio y se presenta como tal. Está equipado con una lente de 100 mm, que puede extenderse hasta 400 mm, e incluso 800 mm digitalmente, abriéndose de f/5,6 a f/6,3 con un ISO que comienza en 100 y llega a un pico de 3.200. La imagen es captada por un sensor de 12,1 megapíxeles que mide sólo 1/3 de pulgada.
Un accesorio independiente
El PowerShot ZOOM cuenta con Detección de Rostros AF. Puede ser usado como un catalejo y es, por supuesto, capaz de tomar fotos. Incluso puede hacerlo en ráfagas de 10 fotogramas por segundo. También se puede utilizar como una cámara de vídeo Full HD. Además de la aplicación que permite controlar la cámara desde un teléfono inteligente, el PowerShot también está equipado con tres controles. Un botón para activar el disparo, otro para iniciar el modo de la cámara y una rueda para el zoom y los ajustes.
Por el momento, el PowerShot ZOOM aún no está disponible en el mercado. Es el resultado de una campaña participativa de recaudación de fondos en una plataforma japonesa. Una técnica que suelen utilizar los fabricantes para comprobar si su concepto es capaz de ganar el apoyo del público. Una apuesta ganada por este dispositivo que pronto se venderá a un precio de unos 250 euros sólo en Japón por el momento.