El reequipamiento eléctrico será posible pronto en Francia

Mientras que muchos otros países europeos ya cuentan con una legislación que permite el reequipamiento eléctrico, Francia está a punto de ponerse al día en este ámbito. En efecto, el proyecto de decreto relativo a las «condiciones de transformación de los vehículos con motor térmico en motores eléctricos de batería o de pila de combustible» ha pasado el examen de la Comisión Europea sin que se haya presentado ninguna objeción al respecto antes de la fecha límite del 13 de febrero de 2020.

Este texto, que figura en la ley de política de movilidad adoptada a finales de 2019, fue elaborado por la asociación Aire (Actores de la industria de la retroadaptación eléctrica) en consulta con los poderes públicos. En él se establecen las especificaciones que rigen la transformación y la homologación de los vehículos (particulares, vehículos comerciales, vehículos de dos ruedas) con motores de gasolina o diésel en vehículos eléctricos alimentados por batería o hidrógeno.

Gran potencial para los vehículos clásicos y utilitarios

Con este decreto, los instaladores especializados en la reconversión eléctrica podrán obtener autorizaciones para la conversión de un determinado modelo de automóvil y ya no en función de cada caso. Esta relajación prepara el camino para una democratización del proceso y el nacimiento de un sector. «Mañana, una conversión muy segura será finalmente posible para los vehículos que han sido registrados por más de 5 años. Para todos nosotros, este es el reconocimiento de una solución alternativa virtuosa que cumple con los nuevos retos de movilidad. Finalmente, podremos desarrollar un sector positivo que responda a los desafíos de una economía circular y, sobre todo, que cree puestos de trabajo», declaró Arnaud Pigounides, copresidente de AIRe.

Sobre el papel, la idea de convertir un viejo vehículo en electricidad en lugar de desguazarlo sólo tiene ventajas. Excepto que el costo de esta conversión, actualmente estimado en unos 10.000 euros, podría ser un elemento disuasorio, mientras que el precio de entrada de un nuevo coche eléctrico bajará. Interrogado por 20 Minutos, un analista de Deloitte ve un mercado potencial en la retroadaptación eléctrica de coches clásicos, en particular 4L y 2CV, así como vehículos utilitarios.