La imagen de un pirata estereotipado suele ser alguien que lleva un abrigo largo, un sombrero de tres puntas y un parche en el ojo. Si bien los dos primeros se explican fácilmente como vestimenta apropiada para la época en que los piratas dominaban los mares, el parche en el ojo es una anomalía que parece más bien un complemento moderno para darle un toque único al traje habitual.
Sin embargo, la verdad es que el parche en el ojo era parte de los trajes tradicionales de pirata. Si bien es poco probable que suficientes piratas hayan perdido un ojo como para justificar que se convierta en sinónimo de piratería, existe otra razón plausible que puede explicar por qué el parche en el ojo era una parte esencial de su apariencia.
Los parches ayudaron a los piratas a ajustar su visión de la oscuridad

Al vivir con una recompensa por sus cabezas y enemigos a cada paso, los piratas tenían que estar preparados a todas horas del día para cualquier cosa que se cruzara en su camino. Al caer la noche, era esencial adaptarse al cambio de la luz a la oscuridad. En las noches sin estrellas ni luna, el mar podía estar completamente negro. Los historiadores creen que los piratas usaban parches en los ojos para tener siempre un ojo bien adaptado a la oscuridad. Eso significa que cuando los piratas encontraran un área oscura, podrían mover el parche de un ojo al otro y así tener siempre un ojo perfectamente ajustado a la oscuridad.
De acuerdo a Científico americano, el ojo humano puede tardar hasta 30 minutos en adaptarse a la oscuridad. Para los piratas, esos 30 minutos podrían marcar la diferencia entre terminar en el fondo del océano y saltar sobre las banderas enemigas entrantes.
¿Pero es plausible esta teoría?

Puede que no haya artefactos piratas ni registros históricos que respalden esta teoría, pero existen aplicaciones del mundo real para ayudar a probar esta hipótesis.
El equipo detrás del programa de televisión. Cazadores de mitos Ponga esta idea a prueba en un especial de piratas de 2007. Imitando el entorno de oscuridad total que los piratas suelen encontrar, el equipo instaló una habitación oscura y envió ojos adaptados a la luz. En el oscuro laberinto, tropezaron y les resultó difícil llegar a la salida.
Un segundo cuarto oscuro sirvió como un laberinto para los ojos que estuvieron tapados durante 30 minutos. Esta sala se completó en mucho menos tiempo, lo que respalda la teoría de que los piratas llevaban parches en preparación para la noche.
Los pilotos entrenan sus ojos de manera similar

Para respaldar aún más la idea de que los parches en los ojos se usaban para facilitar la navegación nocturna, el Manual de vuelo de la FAA sugiere que los pilotos también deberían entrenar sus ojos para vuelos nocturnos cuando no estaban trabajando. «Al cerrar o cubrir un ojo cuando se expone a la luz, se conserva cierta agudeza de la visión nocturna en el ojo cerrado», se lee en el manual.
Si bien existe una brecha relativamente larga entre la era de la piratería y la actualidad, el concepto sigue siendo el mismo. Con un ojo siempre en la oscuridad, hay mayores posibilidades de poder ver sin importar cuán oscuro esté.
Siempre un misterio histórico

A pesar de la verosimilitud de esta teoría, no basta con suponer que adaptarse a la oscuridad sea la razón principal por la que los piratas se cubrían un ojo. Si bien el razonamiento puede tener sentido, hasta que algún documento o revista histórica establezca claramente el propósito de los parches en los ojos, la respuesta siempre será una suposición.









