El combustible de metanol le da a este pequeño robot escarabajo la libertad de deambular

Un escarabajo robot puede caminar por sí solo gracias a un micromúsculo alimentado con metanol.

Los científicos imaginan que enjambres de insectos robóticos podrían ayudar en las operaciones de búsqueda y rescate . Pero los espacios reducidos están fuera del alcance de los robots que deben estar atados a una fuente de energía. El nuevo bot, descrito el 19 de agosto en Science Robotics, lleva su combustible líquido dentro de su cuerpo.

“Me di cuenta de que el tema crítico era el poder”, dice Néstor O. Pérez-Arancibia. Su equipo de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles se centró en el metanol porque, en una masa determinada, contiene más de 10 veces la energía que las baterías pequeñas.

Para convertir el metanol en movimiento, los investigadores recubrieron un alambre de aleación de níquel-titanio con platino. La aleación se contrae como un músculo cuando se calienta y se extiende una vez que se enfría. El platino genera calor al quemar cualquier vapor de metanol que entre en contacto con él. Al variar la exposición al combustible en un patrón periódico, la temperatura varía y los micromúsculos son acordeones.

Ese movimiento hace que las patas delanteras del bot se levanten. Cuando las piernas se mueven hacia atrás de nuevo, el cuerpo se arrastra hacia adelante.

Este robot escarabajo puede pesar solo hasta tres granos de arroz, pero para gatear necesita una pequeña pero poderosa fuente de combustible. En lugar de atarlo a una fuente de energía, los científicos almacenaron metanol dentro del cuerpo del robot, donde alimenta un micromúsculo artificial. Ese combustible autónomo podría ser un avance crucial en la creación de bots que puedan invadir espacios reducidos durante las misiones de búsqueda y rescate.

¡Mira mamá, sin cables! Un escarabajo robótico, que pesa hasta tres granos de arroz, se arrastra, carga y trepa sin estar atado a una fuente de energía. X. Yang, L. Chang, N.O. Pérez-Arancibia/Sci. Robótica 2020

Excluyendo el combustible, el escarabajo pesa alrededor de tres granos de arroz, a la par de los insectos vivos. Se arrastra sobre superficies planas mientras carga hasta 2,6 veces su peso. Aborda pendientes más pronunciadas que la configuración de cinta de correr más difícil. Y puede durar más de una hora, dice Pérez-Arancibia. Con una batería, incluso una de última generación, funcionaría durante unos segundos en el mejor de los casos, estima.

Hay margen de mejora: el escarabajo es más lento que los robots comparables y no se puede dirigir. Prototipos de próxima generación utilizará el mismo principio de músculo artificial con un diseño más rápido y maniobrable y un combustible diferente.