El Banco Mundial es un potenciador verificado de la cadena de bloques.
Satoshi Nakamoto inventó la cadena de bloques Bitcoin como una forma de que la gente hiciera transacciones financieras sin necesidad de bancos o gobiernos. Así que es irónico que uno de los mayores impulsores mundiales de las cadenas de bloques -libros criptográficos compartidos inspirados en el que subyace a la invención de Nakamoto- sea el Banco Mundial, que es propiedad de los gobiernos. Sin embargo, tiene sentido, argumenta Prema Shrikrishna, que trabaja en el Laboratorio de Innovación Tecnológica del banco. Esto se debe a que la meta de su organización para su recién lanzado laboratorio de cadenas de bloques es «volver a poner el poder en manos de la gente».
Todavía es muy pronto en el proceso, pero los experimentos del laboratorio en educación, servicios financieros y esfuerzos para rastrear las cadenas de suministro agrícolas y farmacéuticas ya están proporcionando lecciones valiosas, dijo Shrikrishna hoy en la conferencia EmTech de MIT Technology Review.
Este año, el Banco Mundial se asoció con Consensys, una empresa centrada en el desarrollo de aplicaciones que utilizan Ethereum, para explorar cómo la tecnología de cadenas de bloqueo puede ayudar a mejorar una plataforma educativa en fase piloto llamada Evoke. El primer objetivo es dar a los donantes del proyecto más transparencia sobre cómo se está usando su dinero, explicó Shrikrishna. El siguiente paso será encontrar maneras de usar cripto-tokens para incentivar a los estudiantes a participar y completar ciertas tareas.
Shrikrishna también explicó cómo el banco está experimentando con una mezcla de tecnologías de información, incluyendo cadenas de bloques, para averiguar cómo traer más transparencia a la cadena de suministro de la industria del aceite de palma. Las cadenas de bloques podrían brindar la oportunidad de usar criptotóxicos para alentar a los cultivadores de fruta de palma y a los intermediarios que se encuentran entre las granjas y los molinos a ingresar datos de mayor calidad sobre la fruta a medida que ésta avanza por la cadena, dijo.
La aplicación más concreta basada en una cadena de bloques que el Banco Mundial ha desarrollado hasta ahora es un bono que ha emitido recientemente con la ayuda de un banco australiano que utiliza una versión privada de Ethereum. Los bonos son una gran parte de las operaciones del banco: emite más de 50.000 millones de dólares en bonos cada año para recaudar fondos para el desarrollo sostenible. Hasta ahora, el bono basado en una cadena de bloques ha recaudado alrededor de 80 millones de dólares. Shrikrishna dijo que el objetivo del proyecto es explorar cómo la tecnología de cadenas de bloques puede facilitar el acceso de los inversores al mercado, a la vez que aumenta la transparencia en torno a la financiación. El bono tiene una vida inusualmente corta de dos años, lo que Shrikrishna dice que le dará al banco la oportunidad de aprender rápidamente de la experiencia, adaptarse a las innovaciones tecnológicas que puedan surgir mientras tanto, y «emitir el siguiente bono con un nivel mucho más alto de confianza».