El agua pudo haber existido siempre en la Tierra
Los científicos llegan a la conclusión de que el agua que ahora disfrutamos en la Tierra, existe desde su inicio, – escribe eurekalert.org.
La cuestión del origen del agua en la Tierra es extremadamente importante. Es difícil de explorar porque la Tierra ha perdido toda evidencia de su formación por ser un planeta activo.
Un equipo de modeladores numéricos y geoquímicos dirigidos por Cedric Gillman de la Universidad de Bruselas decidió mirar más allá de la Tierra – hasta Venus – para explorar el origen de las aguas de la Tierra.
La conclusión de que el agua moderna ha existido en la Tierra desde su mismo origen es inusual y difícil de reconciliar, primero, con el estudio de otros planetas rocosos desprovistos de agua superficial y, segundo, con la idea de un gigantesco golpe entre un prototerilio y un germen de planeta del tamaño de Marte que formó la Luna. Un evento tan catastrófico como éste fue vaporizar cualquier agua existente, haciendo que la Tierra se secara. Después de este evento, tenemos dos opciones para explicar la presencia de agua en la Tierra: o bien el agua regresó más tarde, después de la catástrofe, en forma de hielo o de asteroides ricos en agua; o bien un golpe gigante no fue lo suficientemente grande como para vaporizar toda el agua de la Tierra.
Mientras que la Tierra y Venus pueden ser vistos como hermanas gemelas, sus respectivos cambios geológicos y climáticos en el pasado han diferido dramáticamente, resultando en que la actual atmósfera de Venus se calienta a 470°C a 92 bar, a diferencia de la suave temperatura y presión de 1 bar en la superficie de la Tierra.
Sin embargo, la actividad volcánica y las emisiones de gases en Venus son menos pronunciadas que en la Tierra porque no hay movimiento de placas. El modo de convección en Venus implica muy poca recirculación de los volátiles en el manto.
Así, la evolución de la atmósfera de Venus es mucho más fácil de entender y simular los cambios geológicos. Además, debido a su proximidad, la Tierra y Venus deben haber obtenido el mismo tipo de material durante su historia. Todos estos aspectos juntos hacen de Venus un lugar ideal para estudiar la evolución de los planetas del grupo de la Tierra.
Utilizando simulaciones numéricas de los efectos de diferentes tipos de asteroides que contienen diferentes cantidades de agua, el equipo descubrió que los asteroides ricos en agua que chocan con Venus y liberan el agua que contenían en forma de vapor no podían explicar la composición de la atmósfera de Venus tal como la conocemos hoy en día. Esto significa que el material del asteroide que golpeó a Venus, y por lo tanto a la Tierra, tuvo que estar seco después de un impacto gigante, lo que impidió que los asteroides inundaran la Tierra con agua.
Por consiguiente, el agua no desapareció después del impacto gigante, lo que significa que lo más probable es que estuviera muy profundo en la Tierra.
Esta idea tiene consecuencias muy profundas en cuanto a la habitabilidad de la antigua Tierra, Venus y Marte, ya que sugiere que los planetas probablemente se formaron con una reserva casi completa de agua y la perdieron con el tiempo. Como Marte es mucho más pequeño, probablemente perdió toda su agua mientras se desarrollaba la vida en la Tierra. Para Venus, estos resultados arrojan luz adicional sobre el trabajo que estudia los océanos de agua en la superficie del planeta y ayudan a limitar la máxima cantidad de agua que se puede esperar en Venus. Esta información puede ayudar a futuras misiones espaciales a Venus.