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Descubre las diferencias entre las placas solares fotovoltaicas y las placas solares térmicas

La energía solar está cada vez más presente en nuestras vidas. El cambio climático es una realidad y la preocupación por el medio ambiente mayor, de manera que en los tejados se ven muchas placas solares. No todas las placas son iguales, pues hay un tipo que no sirve para dar electricidad.

Todas las placas usan el sol como fuente de energía, pero las hay de dos tipos. Unos son los llamados paneles solares térmicos, que sirven para dar agua caliente, y otros los paneles solares fotovoltaicos, que son los que dan electricidad.

Desde my solar energy hemos escrito este artículo para que podáis diferenciar ambos tipos de tecnologías.

Energía solar fotovoltaica

Las placas fotovoltaicas son las más conocidas y las más comunes. De hecho, si nos damos un paseo por cualquier pueblo o ciudad no es raro verlas en una buena cantidad de tejados.

En este caso, los paneles no tienen ningún tubo en su interior y convierten la energía solar en energía eléctrica según el principio del efecto fotovoltaico.

Su color nos puede dar alguna pista al ser azules, aunque ya se están poniendo muchos paneles de los que se conocen como “all black”, al tener un mayor rendimiento que los azules y ser mucho más estéticos.

Hacer la instalación de estos paneles es muy sencilla, mucho más que cuando las placas se ponen para energia solar térmica, y se puede hacer casi sin obras en dos o tres días como mucho. De hecho, muchas personas se hacen su propia instalación en el tejado de su casa.

Para que nos den electricidad, ponemos los paneles en el tejado y abajo un inversor, un aparato electrónico que convierte la corriente continua de las placas en energía alterna que es la que se usa en casa.

También se pueden colocar baterías que serán las encargadas de almacenar la electricidad para que la podamos usar cuando no hay sol.

Energía solar térmica

Otros paneles, que se ven menos, son los que se usan para la energía solar térmica cuyo cometido es aportar agua caliente, tanto sanitaria como para calefacción.

Se diferencian de los otros paneles por el color y porque al lado suelen tener un depósito de grandes dimensiones, que es el depósito a donde va el agua.

Esta se calienta mediante unos tubos metálicos por dentro del panel por donde circula el agua, cuya temperatura aumenta a medida que el sol va incidiendo sobre la placa que suele ser de color negro, el cual absorbe mejor la radiación solar.

A diferencia de lo que ocurría con los paneles fotovoltaicos, los térmicos son más complejos a la hora de instalarlos, pues al panel hay que sumar varios elementos hidráulicos como el vaso de expansión, el intercambiador de calor, tuberías, etc.

Además, los paneles térmicos y los elementos que los acompañan necesitan un mantenimiento periódico para que funcionen bien, algo que no ocurre con los paneles que se usan para dar luz que no tienen mantenimiento y que pueden durar más de dos décadas sin que tengamos que subir al tejado para hacer alguna operación por mal funcionamiento.