Dieta Planetaria: ¡El Futuro Urgente de la Salud y el Planeta!

Un nuevo estudio global insiste en la necesidad urgente de transformar nuestros sistemas alimentarios. Adoptar una dieta centrada en la salud planetaria podría prevenir miles de muertes prematuras diariamente y reducir significativamente el impacto ambiental de la producción de alimentos.

Hacia una Alimentación Más Saludable y Justa

¿Cómo podemos alimentar de manera sostenible a los casi 10 mil millones de personas que habitarán la Tierra en 2050? Un grupo de expertos internacionales ha estado trabajando en esta cuestión desde 2016, abarcando áreas como nutrición, clima, economía, salud y agricultura.

La comisión EAT-Lancet, con la visión de un sistema alimentario global equitativo y sostenible, publicó un influyente estudio en The Lancet, proponiendo la «Dieta de Salud Planetaria» (DSPs). Este régimen busca ser saludable, adaptable a diversas culturas y ambientalmente sostenible.

Más Vegetales y Menos Carne

La DSP se caracteriza por ser un régimen flexitariano que incluye:

  • Principalmente alimentos de origen vegetal: verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, nueces y aceites insaturados.
  • Cantidades moderadas de pescado, mariscos, aves (máximo dos porciones semanales), productos lácteos y huevos.
  • Pequeñas cantidades de carne roja (una porción semanal de res, cordero y/o cerdo).
  • Consumo mínimo de carne procesada, alimentos ultraprocesados, azúcares añadidos, cereales refinados y vegetales feculentos.

Una nueva investigación de la comisión EAT-Lancet reafirma la urgencia de transformar la producción y el consumo de alimentos. Los estudios realizados desde 2019 respaldan la DSP, estimando que su adopción generalizada podría evitar aproximadamente 15 millones de muertes prematuras al año, lo que equivale a unas 40.000 diarias.

Respetar los Límites Planetarios

El estudio revela que los sistemas alimentarios son responsables de alrededor del 30% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Transformar estos sistemas podría reducir estas emisiones en más de la mitad. Además, el 30% más rico de la población mundial genera más del 70% del impacto ambiental relacionado con la alimentación, mientras que más de mil millones de personas aún sufren de malnutrición.

Menos del 1% de la población mundial vive en un espacio alimentario seguro y equitativo, donde las necesidades y los derechos alimentarios se satisfacen dentro de los límites planetarios. Un tercio de los trabajadores en los sistemas alimentarios ganan menos del salario mínimo vital.

Según Johan Rockström, copresidente de la comisión EAT-Lancet, este informe «muestra que lo que ponemos en nuestros platos puede salvar millones de vidas, reducir miles de millones de toneladas de emisiones, detener la pérdida de biodiversidad y crear un sistema alimentario más justo».

Lograr un Acuerdo Global y Financiarlo

El desafío reside en implementar estos cambios, lo que requiere una inversión sustancial. Los investigadores estiman que se necesitan entre 200 y 500 mil millones de dólares para transformar los sistemas alimentarios. Sin embargo, esta reforma podría generar un retorno de inversión de 5 billones de dólares al año a través de una mejor salud, la restauración de los ecosistemas y la resiliencia climática.

Shakuntala Haraksingh Thilsted, copresidenta de la comisión EAT-Lancet, señala que «solo compartiendo de manera más equitativa los beneficios y las cargas podremos garantizar que los sistemas alimentarios respeten los límites del planeta y crear un espacio seguro y justo donde todos los individuos puedan prosperar».