Los cometas interestelares son objetos fascinantes que nos ofrecen pistas sobre la formación de sistemas planetarios más allá del nuestro. Recientemente, el cometa interestelar 3I/Atlas ha revelado una característica sorprendente: la liberación de agua a distancias inusualmente grandes del Sol.
El secreto revelado por la luz ultravioleta
El telescopio Swift de la NASA detectó una emisión ultravioleta característica del hidroxilo (OH), una señal química de la presencia de agua (H2O), proveniente del cometa 3I/Atlas. Este descubrimiento indica una pérdida de agua significativa, estimada en unos 40 kilogramos por segundo. La detección de esta «fuga» de agua fue publicada en Astrophysical Journal Letters.
Este hallazgo apoya la teoría de que el cometa se originó en el disco grueso de la Vía Láctea, una región donde abundan las estrellas antiguas que tienden a producir objetos ricos en agua. Lo sorprendente es que esta liberación de agua se detectó cuando el cometa estaba a una distancia del Sol tres veces mayor que la distancia de la Tierra, superando la región donde el hielo superficial normalmente se sublima.
Implicaciones del descubrimiento
La temprana liberación de agua sugiere un mecanismo diferente al observado en cometas típicos. Podría ser el resultado del calentamiento de pequeños granos de hielo liberados por el núcleo del cometa por la luz solar.
Cada cometa interestelar es único
Zexi Xing, autor principal del estudio, señala que cada cometa interestelar observado hasta ahora ha presentado características únicas. Mientras que ‘Oumuamua se caracterizó por su sequedad y Borisov por su riqueza en monóxido de carbono (CO), 3I/Atlas revela una inesperada liberación de agua. Estos hallazgos sugieren que los componentes necesarios para la vida podrían no ser exclusivos de nuestro sistema solar, sino comunes en todo el universo.









