Científicos logran observar la espaguetificación de una estrella devorada por un agujero negro
Cuando una estrella pasa demasiado cerca de un agujero negro, la inmensa atracción gravitacional de este último la atrae hacia sí misma, destruyéndola y dividiéndola en finas corrientes de material, un proceso también conocido como “espaguetificación”.
Y es solo un fenómeno raro de este tipo que ha sido identificado por un equipo de investigadores que utilizó el Very Large Telescope y el New Technology Telescope del European Southern Observatory. De hecho, los científicos han interceptado la explosión de luz emitida por la estrella justo cuando es absorbida y «espaguetizada» por el agujero negro.
También conocido como un evento de interrupción de las mareas, este es el fenómeno más cercano jamás interceptado, ya que ocurrió a 215 millones de años luz de distancia de nosotros.
Se trata de fenómenos raros ante todo porque no ocurren con frecuencia, al menos hasta donde podemos observar, pero también porque, cuando lo hacen, suelen estar cubiertos por un manto de polvo, escombros y gas que casi nunca deja entrever. de lo que está sucediendo más allá. de ella. Estos escombros están representados principalmente por aquellas partes de la estrella que salpican cuando el agujero negro es «succionado».
Esta vez los investigadores tuvieron suerte e identificaron este «brote» llamándolo AT2019qiz. De hecho, lo monitorearon durante más de seis meses, un período durante el cual el brillo en sí se volvió más brillante y luego comenzó a atenuarse y desvanecerse. El estudio fue publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y es uno de los primeros en haber investigado un fenómeno de este tipo con tanto detalle, a saber, el de un agujero negro que «devora» una estrella.
Los datos adquiridos por los investigadores muestran que esta estrella tenía una masa similar a la de nuestro Sol y que aproximadamente la mitad de ella fue absorbida por el agujero negro. Este último, por otro lado, debería tener una masa de 1 millón de soles, como explica Matt Nicholl, investigador de la Royal Astronomical Society en Birmingham y autor principal del estudio.
El fenómeno vio la producción de una salida de materiales que se movieron a una velocidad de 10,000 km por segundo, explica Kate Alexander, investigadora de la Universidad Northwestern.
Quizás fue una oportunidad única en la vida para investigar las formas en que los agujeros negros devoran las estrellas y producen la capa de material oscurecedor que envuelve el agujero negro y el evento en sí. Una observación tan importante que los propios investigadores la definen como una especie de «piedra de Rosetta» que podría resultar útil para interpretar las observaciones que se harán en el futuro sobre eventos similares.