Científicos elaboran plan para colonizar Marte

La idea de construir una base para colonizar Marte y convertirse en una especie interplanetaria ha sido objeto de décadas de conversaciones y no de mucha acción, pero ahora al menos hay un plan.

El 10 de septiembre, investigadores de la École polytechnique fédérale de Lausanne (EPFL), una universidad y centro de investigación suizo, presentaron una guía paso a paso para crear una instalación de investigación sostenible en Marte. Su plan específico esboza cómo llegaríamos allí, estableceríamos un campamento y crearíamos un entorno que sería habitable a largo plazo. Al adoptar esta estrategia, los investigadores podrían finalmente comenzar a planificar el tan esperado viaje de la humanidad al Planeta Rojo.

Pero como con cualquier proyecto importante, tardaría años en dar sus frutos, por lo que la elaboración de una estrategia ahora podría allanar el camino para su finalización en las próximas décadas.

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El primer paso para construir una colonia, por supuesto, es averiguar dónde tendrá la mejor oportunidad de sobrevivir. Para Marte, los investigadores fijaron su mirada en los polos del planeta, que contienen depósitos de hielo que se han acumulado durante muchos miles de años. Se cree que estos depósitos contienen grandes cantidades de hielo de agua, que podrían ser extraídos y convertidos en agua líquida.

Los polos también albergan otros recursos naturales, como el dióxido de carbono, el hierro, el aluminio, el silicio y el azufre, que podrían ser utilizados para hacer cosas como vidrio, ladrillo y plástico. Y con un poco de trabajo, podrían incluso usar el hidrógeno y el metanol del planeta para crear combustible.

Sin embargo, ni estos recursos ni un entorno de vida adecuado estarán disponibles de inmediato, por lo que en lugar de enviar salvajemente humanos a la primera misión, los investigadores sugieren enviar una flota de robots para empezar a construir la instalación.

Construyendo el Campo Base de Marte

La base que diseñaron consiste en tres unidades: un núcleo central, tres cápsulas circundantes y una cúpula de gran tamaño. El núcleo central se extendería 41 pies (12,5 metros) de alto y 16 pies (5 metros) de diámetro, y serviría como una pequeña pero suficiente habitación para la tripulación.

Las tres cápsulas que rodean el núcleo central funcionarían como esclusas de aire – pasajes que conectan el núcleo y la superficie marciana y minimizan los cambios en la presión de aire entre los dos. Y finalmente, una enorme cúpula de fibra de polietileno, coronada con 16 pies (5 metros) de hielo, encapsularía toda la base. Además de dar a la tripulación un poco más de espacio para las piernas, la cúpula serviría como un gigantesco escudo contra la radiación y ayudaría a regular aún más la presión del aire.

Verano Marciano sin fin

Una vez que los robots hayan explorado el sitio y creado un lugar seguro para los humanos, una tripulación de seis personas comenzaría su viaje al Planeta Rojo. Esto ocurriría idealmente durante el verano polar, cuando la tripulación podría absorber 288 días seguidos de luz solar marciana. Obviamente necesitarían empacar muchos elementos esenciales para pasar el largo verano, como alimentos no perecederos, baterías y reactores que pueden convertir los elementos naturales de Marte, como el torio, en poder.

Y después de vivir en la base durante unos nueve meses, la tripulación regresaba a casa, marcando el primer viaje de ida y vuelta, con tripulación a Marte.

Pero la innovación no se detiene ahí. La segunda misión traería consigo un sistema de grúas, diseñado para orbitar el planeta y transportar material desde los transbordadores espaciales hasta la base de investigación. Cada grúa reutilizable podría descargar equipos de seis misiones diferentes, lo que agilizaría la colonización y aliviaría mucho el trabajo de la tripulación.

El plan de construir una base de investigación en Marte suena bastante perfecto sobre el papel, pero no está exento de contratiempos. Se necesitan alrededor de 110 toneladas métricas de equipo para construir dicha base, y actualmente no tenemos cohetes capaces de transportar cargas tan pesadas. Y dado que se trata de un proyecto de tal envergadura, es probable que haya bloqueos imprevistos que podrían detener o retrasar gravemente el plan. Pero a pesar de todo, tener una estrategia detallada es un empujón en la dirección correcta, y es mucho mejor que estar sentado, soñando con la vida marciana.