La precisión en la medición de emisiones de gases de efecto invernadero es crucial. Un nuevo instrumento satelital está revolucionando la forma en que se monitorean y verifican estas emisiones a nivel mundial, ofreciendo datos más fiables y transparentes.
Supervisión Global de Emisiones de CO2 desde el Espacio
La NASA estima que aproximadamente el 75% del CO2 en la atmósfera proviene de actividades humanas. Las ciudades, como principales focos de emisión, se han comprometido a alcanzar emisiones netas cero para 2050, lo que requiere una evaluación precisa y constante de sus emisiones.
OCO-3: Un Nuevo Observador Orbital del Carbono
El Orbiting Carbon Observatory 3 (OCO-3), instalado en la Estación Espacial Internacional (ISS), permite a los científicos controlar las emisiones de gases de efecto invernadero con mayor exactitud desde el espacio.
Precisión en las Mediciones: ¿Quién Subestima y Quién Sobreestima?
OCO-3 utiliza espejos para analizar los niveles de CO2 atmosférico mientras la ISS sobrevuela ciudades. Un estudio reciente analizó 54 ciudades, revelando que las estimaciones satelitales coinciden con las terrestres con un margen de error del 7%. Sin embargo, se descubrieron discrepancias significativas:
- Sobreestimación: Varias ciudades importantes en Asia han estado sobreestimando sus emisiones.
- Subestimación: Ciudades en África, Oceanía, Europa, Norteamérica y el sudeste asiático han subestimado sus emisiones.
La Riqueza y las Emisiones: Una Relación Inversa
El estudio también reveló una fuerte correlación entre la riqueza de una ciudad y sus emisiones de dióxido de carbono. Las ciudades más ricas tienden a emitir menos CO2 por unidad de producción económica.
Comparativa de Emisiones por Región
| Región | Emisiones de CO2 (kg por dólar de producción económica) |
|---|---|
| Ciudades Norteamericanas | 0.1 |
| Ciudades Africanas | 0.5 |
Densidad Poblacional y Emisiones Per Cápita
Además, se observó que las grandes ciudades emiten menos CO2 por habitante. Las ciudades con menos de 5 millones de habitantes emiten 7.7 toneladas de CO2 por persona al año, mientras que las de más de 20 millones emiten solo 1.8 toneladas.
Estas mediciones satelitales precisas ayudarán a identificar las áreas y estilos de vida con mayores emisiones, facilitando el desarrollo de estrategias de descarbonización más efectivas.









