Este es el AquaFi o Wi-Fi bajo el agua

Los investigadores de la Universidad Rey Abdullah de Ciencia y Tecnología de Arabia Saudita han desarrollado un sistema de Wi-Fi submarino basado en señales de luz, ya sea por LED o láser. En sus pruebas con buzos, estos científicos obtuvieron una tasa de transferencia de unos 2 MB por segundo.

En tierra, en el aire y pronto… ¿bajo el mar? Una tecnología inalámbrica indispensable en la vida cotidiana, el Wi-Fi podría muy pronto llevar al agua, permitiendo a los buzos y a los científicos comunicarse entre sí durante las exploraciones y trabajos submarinos. Este es el desafío lanzado por la Universidad Rey Abdullah de Ciencia y Tecnología de Arabia Saudita.

Actualmente, la comunicación submarina es posible con señales de radio, acústicas y luminosas. En 2013, se probó un primer experimento de Wi-Fi submarino con ondas acústicas, pero esta vez los investigadores optaron por las señales luminosas. Según estos científicos, entre ellos Basem Shihada, la señal de radio sólo puede transportar datos a cortas distancias, mientras que las señales acústicas soportan largas distancias pero con un rendimiento de datos limitado. En cuanto a la luz, si combina la velocidad y la distancia, necesita que su rayo sea lo más libre posible entre los transmisores y los receptores.

LED o láser dependiendo de la profundidad del buceador

Económico y fácil de instalar, Aqua-Fi es un sistema inalámbrico subacuático que utiliza LEDs o láseres para transmitir datos del buceador al barco. El prototipo presentado por la universidad utiliza LEDs verdes o un láser de 520 nm para enviar datos desde una simple computadora a un detector de luz conectado a otra computadora. La tecnología difiere según la distancia. Los LED consumen muy poca energía y son ideales para la comunicación a corta distancia (10 metros y menos), mientras que los láseres son más intensivos en energía pero pueden duplicar la potencia de la señal y la distancia (20 metros).

En su demostración, los científicos equiparon a cada buceador con un teléfono inteligente en un maletín hermético y un miniordenador. Después de tomar una foto o un vídeo submarino, el buceador transfiere la foto por Wi-Fi a su ordenador, en este caso un Pi de frambuesa que pesa menos de 50 gramos. Este primer ordenador convierte las fotos y los vídeos en una serie de 1 y 0, que se traducen en haces de luz intermitentes de alta velocidad. El detector de luz, colocado bajo el barco, detecta esta variación y la transforma de nuevo en 1 y 0, que la computadora receptora reconvierte en imágenes originales.

Una foto de 10 MB enviada en cinco segundos

Para sus pruebas, los investigadores transfirieron archivos entre dos buzos a pocos metros bajo el agua, cada uno con una computadora. Se trataba de una prueba de descarga y transferencia de datos, y registraron una velocidad máxima de transferencia de datos de aproximadamente 2 MB por segundo con una demora media de un milisegundo para un viaje de ida y vuelta. Entonces la conexión con el continente es vía satélite.

Esta prueba se llevó a cabo en agua estática en condiciones óptimas. Para que el Aqua-Fi se extienda con el tiempo, todavía hay que eliminar algunos obstáculos y llevar a cabo optimizaciones. Esto es principalmente para asegurar la alineación del rayo de luz en aguas bravas, pero también para permitir a los buzos enviar datos sin estar necesariamente en línea con el receptor. Para ello, el equipo está considerando la elección de un receptor esférico capaz de recibir haces de luz desde todos los ángulos.