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Agentes patógenos transmitidos por el plástico pueden propagarse en el mar e infectar a los animales marinos

Una forma extraña en la que algunos patógenos terrestres pueden llegar al océano se describe en un nuevo estudio publicado en Scientific Reports.[2] Los investigadores han descubierto que los microplásticos pueden actuar como vectores de varios patógenos, incluidos Toxoplasma gondii, Cryptosporidium y Giardia.

Microesferas de polietileno y microfibras de poliéster analizadas

Los investigadores analizaron dos tipos diferentes de microplásticos, es decir, pequeños trozos de plástico, incluso de unos pocos milímetros de ancho, que pueden colarse en diversos entornos terrestres y que también se han encontrado en picos de montañas aparentemente vírgenes. Analizaron microesferas de polietileno, que a menudo se pueden encontrar en cosméticos como limpiadores o exfoliantes, y microfibras de poliéster, que se encuentran generalmente en la ropa pero también en las redes de pesca.

Los investigadores encontraron varios parásitos adheridos a las partículas de estos dos plásticos, lo que demuestra que pueden ser transportados a los océanos. Entre otras cosas, según informa el comunicado de la Universidad de California, en el pasado ya se habían encontrado partículas de microfibras en los mares de California y en crustáceos.[1]

Microplásticos que flotan y microplásticos que se hunden

Según los investigadores, esos microplásticos que tienden a flotar pueden viajar mayores distancias y pueden propagar patógenos incluso lejos del continente. Los microplásticos que se hunden, por su parte, se concentran en el fondo marino e incluso aquí pueden causar diversos daños ya que formas de vida filtradora como almejas, ostras, zooplancton y otro tipo de pequeños moluscos suelen vivir en estas zonas marinas.

Los microorganismos transportados por el plástico pueden infectar diversas formas de vida

Los microorganismos Toxoplasma gondii, Cryptosporidium y Giardia pueden infectar no solo a los animales sino también a los humanos y son reconocidos por la Organización Mundial de la Salud como causantes de algunas enfermedades relacionadas con el consumo de mariscos.[1]

Toxoplasma gondii

En concreto, Toxoplasma gondii es un parásito que suele encontrarse en las heces de los gatos. Los estudios han demostrado que también ha logrado infectar a varias especies oceánicas que han contraído toxoplasmosis.[1]

El mismo equipo de investigación que realizó el nuevo estudio, proveniente de la Universidad de California en Davis, ya realizó investigaciones en el pasado que demostraron que este parásito puede estar relacionado con la muerte de las nutrias marinas. Además, este mismo parásito ha provocado la muerte de varios animales salvajes, algunos de los cuales también están en peligro de extinción, entre ellos los delfines de Héctor y las focas monje de Hawai.[1]

Cryptosporidium y Giardia

Los microorganismos Crypto y Giardia, por otro lado, pueden causar enfermedades gastrointestinales y, en casos graves, incluso pueden causar la muerte, particularmente en personas ya inmunodeprimidas o en niños.[1]

Referencias

  1. patógenos pueden viajar en plástico para llegar al mar | Universidad de California en Davis
  2. Asociación de parásitos protozoarios zoonóticos con microplásticos en agua de mar e implicaciones para la salud humana y de la vida silvestre | Informes científicos (DOI: 10.1038 / s41598-022-10485-5)